Acusan a Disney y Hollywood de asociarse con Partido Comunista de China

Disney ha hecho modificaciones de sus películas para China. Foto: Reuters

ESTADOS UNIDOS.

El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, acusó el jueves a compañías de Hollywood, incluida Walt Disney Co, y a grandes empresas de tecnología como Apple, Google y Microsoft Corp por su accionar respecto a China.

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Corporaciones como Google, Microsoft, Yahoo y Apple se han mostrado demasiado dispuestas a colaborar (con el Partido Comunista de China)", dijo Barr, quien agregó que Hollywood ha cedido a la presión y censura sus películas "para apaciguar al Partido Comunista chino".

Las compañías y la embajada china en Washington no hicieron comentarios de inmediato. Apple declinó referirse al tema.

Sospecho que Walt Disney se desanimaría al ver cómo la compañía que fundó trata con las dictaduras extranjeras de nuestros días", dijo Barr en un discurso en el Museo Presidencial Gerald R. Ford en Michigan.

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Barr reprendió a las compañías estadounidenses por estar demasiado dispuestas a tomar medidas para garantizar su acceso al mercado chino.

El Partido Comunista chino piensa en términos de décadas y siglos, mientras que nosotros tendemos a centrarnos en el próximo informe trimestral de ganancias. Las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos también se han permitido convertirse en peones de la influencia china", dijo Barr.

Los comentarios de Barr marcan un nuevo capítulo de los ataques del Gobierno de Donald Trump contra China antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

En los últimos meses, los lazos entre Washington y Pekín han caído a su punto más bajo en décadas por cuestiones que van desde la pandemia de coronavirus y los excedentes comerciales de China hasta la represión de las protestas prodemocráticas en Hong Kong o su presencia militar en el Mar del sur de China.

Barr sugirió que los iPhones de Apple "no se venderían (en China) si fueran impermeables a la penetración de las autoridades chinas" y acusó a las tecnológicas estadounidenses de imponer un "doble estándar".