CIUDAD DE MÉXICO.
Las puertas de Hollywood se abrieron para el actor mexicano Manuel García-Rulfo. El tapatío protagoniza la secuela de la película Tierra de nadie: Sicario (2015), que llevará por título Soldado, junto a Benicio del Toro, Josh Brolin e Isabela Moner.
Tras protagonizar la cinta Los siete magníficos (2016) junto a Denzel Washington, Chris Pratt y Ethan Hawke, García-Rulfo actualmente filma Soldado en Nuevo México, bajo la dirección del italiano Stefano Sollima, con guión de Taylor Sheridan.
Llegué por medio de una audición. Platiqué con el director y me ofreció el papel. ¡Estoy muy contento, está bien padre! Comparto créditos con Benicio del Toro y Josh Brolin, quienes son monstruos de la actuación. Para mí Benicio ha sido una inspiración desde hace muchos años, así que éste es otro sueño hecho realidad”, expresó Manuel García-Rulfo vía telefónica desde Nuevo México.
El tapatío, quien recientemente actuó en la película mexicana La vida inmoral de la pareja ideal (2016), de Manolo Caro, interpretará en Soldado a un sicario mexicano, un personaje sumamente violento, de sangre fría, que lo contrapone.
“Está bastante fuerte el personaje. Cuando lo empecé a estudiar me sentí muy contento, pero entre más profundizaba, más trabajo me iba costando porque el guión está muy apegado a lo que estamos viviendo, con esta problemática de las drogas. Estoy muy emocionado, pero también es muy fuerte. Lo estoy disfrutando, aunque tengo sentimientos encontrados porque lo vivimos de cerca como mexicanos. Sin embargo, me siento contento de formar parte de esta franquicia, bajo el mando de este director y junto a Benicio, que es un modelo a seguir.
Este personaje que haré es muy violento, pero está apegado a la realidad. Es ahí donde me confronto, pero creo que es importante contar estas historias y ver lo que sucede. Soldado no muestra a villanos o buenos, sino que cuestiona esta situación”, señaló el también actor de la serie Alguien más (2013).
Las condiciones del rodaje también han sido complicadas aunque con resultados gratificantes, pues tienen como locación principal el desierto de Nuevo México y ciudades como Albuquerque en Estados Unidos, donde llevan dos meses de estancia.
“Tuve algunos cambios en cuanto a caracterización, como su forma de vestir. Una vez que lo estudié tuve una idea muy clara de quién era este hombre y me gusta mucho estar involucrado con la gente de vestuario. También para saber qué armas usaría. Que pueda verse estético en pantalla.
Hemos filmado en la noche y ha hecho mucho frío, hasta con menos cinco grados. Es desierto y las condiciones son adversas, pero ahí estamos”, dijo.
Acerca del trabajo junto a Benicio del Toro, García-Rulfo destacó que es una persona sencilla con la que pudo hablar antes de la filmación acerca de esta historia.
¡Él es increíble! Una semana antes de empezar quiso conocerme y estuvimos como una hora platicando de los personajes y el guión, para llegar al rodaje con lo más realista que se pudiera, sin clichés en la película. Quiere que la película sea lo más apegada a la realidad. Platicamos mucho. No me creía que yo era pariente del escritor Juan Rulfo, quien le gusta mucho. ¡Benicio es un artista! Quiere contar las cosas como son”, expresó.
Es así como García-Rulfo —quien tiene parentesco con el escritor de El llano en llamas, Juan Rulfo (1917-1986)— cierra 2016 y espera concretar dos películas más para el siguiente año, una de ellas en México.
Es una carrera complicada, porque nunca sabes qué sucederá. Siempre he sido fiel a lo que quiero, en proyectos y personajes que a mí me llaman, me llegan, no por darle gusto a nadie, más que a mí. Seguiré con esta misma línea con los personajes que quiero interpretar, que me llenen y con los que sienta una conexión para poderlos interpretar, ya sea en México o en el extranjero. De hecho, uno de los directores en México que vienen fuertes, me invitó a una película, que seguramente estaré haciendo en 2017. Ya lo podré decir más adelante. También tengo un proyecto en España, ya veremos”, concluyó.
hch
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