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Función

¿Quién está detrás de los estrenos en México?

Conozca cómo deciden las distribuidoras en cuántas pantallas exhiben las cintas que se presentan en nuestro país

Lucero Calderón | 08-03-2015

CIUDAD DE MÉXICO, 8 de marzo.- ¿Se ha percatado, cuando va al cine, que una misma película se exhibe en distintos horarios y salas, dejando de lado otros estrenos? ¿Quiénes deciden y con base en qué, que un filme se estrene en determinado número de pantallas? La respuesta está en los distribuidores, quienes, basándose en estudios y análisis de mercado y públicos, deciden en cuántas pantallas se estrena una cinta.

“Cada película es responsabilidad del distribuidor. Generalmente se realiza una discusión entre la dirección general, el equipo de ventas y las oficinas regionales de Latinoamérica para tomar una decisión. Es todo un gran equipo de trabajo el que decide con cuántas pantallas se estrena una película. Existe un análisis de mercado en cuanto a competencia de otras películas, de fechas, en fin, hay una serie de factores a tomar en cuenta.  

“Tenemos que aprovechar si hay un fin de semana largo, si es quincena, si hay un partido de futbol, si se estrena una película similar; hay muchos factores. Esas discusiones siempre son muy interesantes, porque hay veces que no tenemos la certeza de  cómo es que puede  funcionar una película y todo eso implica un riesgo. Efectivamente hay parámetros, hay ciertas fórmulas que podemos seguir, pero no existe una verdad absoluta. No hay reglas universales, inamovibles, escritas en piedra”, expresó Juan Carlos Lazo, director general de 20th Century Fox.

Con el tiempo, explicó el ejecutivo, ha aprendido que la distribución fílmica puede dar muchas sorpresas, como sucedió el año pasado con la cinta mexicana Guten Tag Ramón, dirigida por Jorge Ramírez Suárez y protagonizada por Kristyan Ferrer. Al no ser un blockbuster, el estudio decidió estrenarla en 326 pantallas, con lo que esperaban recaudar unos 35 millones de pesos; debido al éxito elevó el número de pantallas a 416 y recaudó 63 millones de pesos.  

Otro ejemplo es el de Nosotros los Nobles, de la distribuidora Warner Bros. La cinta mexicana se estrenó en su momento con 156 copias (antes de 2014 se hablaba de copias, pero por la digitalización se cambió) y debido al éxito se tomó la decisión de aumentar a 423 copias (que se tradujeron después en 839 pantallas). La película recaudó poco más de 340 millones de pesos.

Cosa contraria sucede con los llamados blockbusters o estrenos de verano, mismos que al ser sumamente esperados por el público suelen estrenarse en más de mil pantallas y hasta en formatos de 3D, lo que generará altas ganancias al estudio que la distribuya. Generalmente, además, lo hacen en todo el país debido a que toman en cuenta cómo ha sido su acogida en cuanto a público y taquilla mundial.

Aunado a ello, las secuelas de algunos títulos han superado económicamente a sus antecesoras, lo cual permite que el distribuidor eleve el número de pantallas y genere altas ganancias. Por ejemplo, X-Men: Primera generación recaudó, a escala mundial, cerca de 354 millones de dólares, mientras que X-Men: Días del futuro pasado logró 748 millones de dólares. En nuestro país, la primera se estrenó con 524 pantallas y la segunda con 642.

 

LA NEGOCIACIÓN

Luego de que la distribuidora platicó con la exhibidora (Cinemex y Cinépolis) respecto al número de pantallas en las que estrenará determinado título, deberá pagar al cine por hacer uso de sus pantallas, lo que se conoce en la industria como VPF (Virtual Print Fee), es decir, una renta que se paga por proyector. 

“Por cada pantalla que utilizamos le tenemos que pagar al exhibidor un fee. ¿En qué varía? Del número con el que estrenes cada semana. Si es un estreno muy grande, el fee es más grande durante la primera semana y conforme éstas van avanzando, va bajando.

“Si abro con una cinta como Insurgente, que abrirá a nivel nacional, el fee de la primera semana es más caro, pues estoy abriendo todas las plazas, sin embargo, esta película lo amerita porque es un blockbuster que, entre otras cosas, sabemos de antemano que va a funcionar en taquilla tomando en cuenta la recaudación que hizo la anterior (Divergente). No obstante, hay filmes medianos o chicos que no abren a nivel nacional y decido abrir con 200 copias. ¿Aquí qué pasa?, que por ésas voy a pagar el VPF caro, pero conforme me voy moviendo a provincia, el VPF es más barato”, expresó Xavier Hernández, director de ventas de Corazón Films.

En promedio, añadió, los VPF están entre los 450 y 500 dólares a la semana, sin embargo, depende del filme, pues si se trata de  un blockbuster, el VPF es más caro que lo que pagaría por otro título, como el de la cinta francesa La familia Bélier.

Hay que aclarar que cada exhibidora tiene sus propias tarifas y reglas a la hora de hacer negociaciones. 

 

LA GANANCIA

Después que la distribuidora y la exhibidora se pusieron de acuerdo en cuanto al fee, entra en juego otro factor que se denomina Film Rental, que es lo que le paga el cines a la distribuidora por cada boleto vendido “Las películas se pueden clasificar en regulares y especiales. En las primeras te pagan lo que llamamos 40-35, es decir 40 % de los ingresos durante la primera semana es lo que me va a pagar el exhibidor. El 60 % se lo quedan ellos. A partir de la segunda semana se paga sólo 35 %, por eso se llama 40-35. Esto es para las cintas regulares que suelen ser el 90%, es decir, aquella que no es blockbuster”, acotó Xavier Hernández, director de ventas de Corazón Films.

En los blockbusters, filmes que serán un éxito seguro en la taquilla sucede lo siguiente.

“Cada distribuidora hace la negociación con cada uno de los exhibidores y llega a un acuerdo de porcentajes. Puede ser cualquier arreglo. Hay veces que te pagan 50% la primera semana, luego te bajan 45%, y otras ocasiones se hacen escalas. Todo es muy variado, pues el trato que les dan a las distribuidoras grandes es distinto al trato que le dan a las independientes”, dijo Hernández.  A este sentir se sumó Geminiano Pineda, director de la distribuidora independiente Cine Caníbal, quien fue contundente al decir que algunos estrenos comerciales, como es el caso de los blockbusters, son invasivos y les dejan poco rango de movimiento a los filmes independientes.

“Los espacios son pocos y muy competidos para las películas de cine de autor. Antes, la corrida comercial de una película lográbamos programarla hasta un año, para que recorrieran todo el país, y ahora difícilmente logramos llegar a los seis meses. Ahora los estrenos comerciales son más invasivos, antes el mercado se dividía un poco más y ahora ya no se puede. Las majors (distribuidoras grandes) tienen programados sus estrenos de aquí a tres años. Son pocos los espacios que le otorgan al cine de autor que en su mayoría es el tipo de cine que distribuimos, por ende nuestros escenarios a la hora de estrenar una película son un poco conservadores, no son arriesgados para que los costos no se eleven demasiado”, acotó Pineda, para añadir que el filme Michael: Crónica de una obsesión, es la que han estrenado en menor número de pantallas, diez, mientras que la de mayor unidades fue Las paredes hablan, con Kuno Becker, y que estrenó en 262 pantallas.

 

De copias, a pantallas

Anteriormente, se hablaba que una cinta se estrenaba con determinado número de copias, ya que el formato en el que se distribuían era de 35 mm y por ende era necesario que cada cine contara con una copia física. No obstante, desde 2014, el 100% de los cines comerciales entró en la era de la digitalización y ahora se habla de pantallas.

Ahora los cines reciben un DCP (Digital Cinema Package), es decir, un archivo digital que contiene la película.   

“Antes una copia valía como diez mil pesos y ahora con todo lo de los DCP, los VPF y los servicios digitales, estamos pagando como 18 mil pesos por cada pantalla. Es curioso porque debería ser al revés, ya que ahora los procesos son menos complicados, se utiliza la mitad de ellos, la mitad de la gente y la mitad de las cuestiones técnicas que se necesitaban antes“, explicó Iván Ruiz, director general de Star Castle Distribution.  

 

Los géneros

Giselle Abbud, directora de ventas de Diamond Films, comentó que para decidir el número de pantallas en las que se estrenará un filme, además de tomar en cuenta la reacción generada en festivales, los actores que participan o la recaudación en la taquilla internacional, es necesario analizar el género, ya que en nuestro país hay algunos que conectan más que otros.

“En México funciona muy bien lo que es la animación, lo familiar, la acción y el terror. A partir de eso empiezas a limitar y a definir de qué tamaño vas a sacar la película. Después de eso viene el thriller; si es una película de arte o de nicho, vas a tratar de estrenar en circuitos muy puntuales”, acotó Abbud.

Explicó que cuando una cinta se proyecta para estrenar a nivel nacional, se está hablando de abarcar del 85 al 90% de las salas del país.

“En México hay alrededor de 650 cines y cinco mil 600 pantallas. Cuando nos vamos a nivel nacional estamos hablando de abrir en ciudades principales; si es un estreno medio, abrimos entre 300 y 350 pantallas, que normalmente es una película de acción, un thriller, una comedia, que no es un estreno nacional, pero sí vas a las ciudades principales. Una película chica va con 200 pantallas y las de nicho van a 10 ó 20 pantallas o salas de arte”, apuntó Abbud, que con Diamond Films estrenó Siempre Alice y El código enigma, ambas ganadoras de Oscar.

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