Expresiones

Piden repatriar al trazo subversivo del artista tabasqueño Daniel Ponce Montuy

Elogiada por Carlos Pellicer y Raquel Tibol, la obra del tabasqueño saldrá a remate en los siguientes meses y podría volver a México

JUAN CARLOS TALAVERA | 20-09-2021
‘Embarazar a la muerte’ es uno de los óleos que serán rematados. Fotos: Especial
Suscríbete a nuestro boletín

Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado

Correo electrónico
Enviar

 

CIUDAD DE MÉXICO. Artistas y promotores culturales encabezados por el muralista Julio Carrasco Bretón piden que se rescate y repatrie la obra de caballete del artista tabasqueño Daniel Ponce Montuy (1925-2005), la cual se encuentra en Málaga, España, y será rematada próximamente, con lo que ésta podría quedar en manos de varios coleccionistas y dispersarse.

En entrevista con Excélsior, Carrasco Bretón detalló que se trata del conjunto de 28 óleos que en este momento forman parte de la colección Utrera Ortega, que han sido expuestos en España e integran el acervo de uno de los artistas más representativos de la segunda mitad del siglo XX, quien expuso su obra en el Palacio de Bellas Artes en agosto de 1971.

 

El mural La noche del jaguar fue plasmado en la alcaldía Venustiano Carranza.

 

Hago un llamado a las autoridades culturales y al gobierno federal para que se revise la posibilidad de repatriar estas piezas, adquirirlas, que entren en contacto con la dueña de la obra y se integre al patrimonio artístico de México”, expresó.

Quizá este acervo podría ser traído a México y exponerse en algún museo de la Ciudad de México, quizá en el Complejo Cultural Los Pinos, o en algún otro espacio de Tabasco”, luego de permanecer tres décadas fuera del país, comentó.

De acuerdo con el poeta Carlos Pellicer, “Montuy pinta de tres o cuatro maneras diferentes. En todas acierta. Tiene personalidad y desarrolla con indudable talento. Lo poético de su obra es el testimonio de que se trata de un artista notable”.

 

La pieza El canto del cisne goza de vitalidad y es muy actual.

 

Por su parte, Carrasco Bretón lo define como “un artista y muralista comprometido que en su trabajo tiene un discurso plástico y una iconografía de lucha y de crítica al sistema económico-político”.

Además, es un creador que no sólo tiene una veintena de murales en Tabasco, sino que también realizó algunas representaciones en la Ciudad de México.

Entre las piezas que ingresarían a subasta en los próximos meses se encuentran La tierra en reposo, Oda a mí mismo, El último dinosaurio, El jardín del edén, Embarazar a la muerte y El canto del cisne.

 

 

El último dinosaurio nos habla de una tragedia final que nos acecha.

 

Carrasco Bretón también cuenta que el destino de este conjunto de obras ha sido peculiar y que pudo tener una suerte distinta.

La historia no es del todo clara, pero se sabe que, en 1990, el artista envió 42 óleos y acuarelas a una exposición itinerante en España.

Sin embargo, éstas no llegaron al aeropuerto de Barajas, como estaba previsto, sino a Málaga y ahí todo se complicó, debido a un desacierto por parte de quien trasladaba las piezas.

Resulta que éstas quedaron varadas en la aduana de aquella ciudad y ya no fueron reclamadas, por lo que quedaron embaladas varios años”, explica.

Cinco años después, las piezas fueron puestas en subasta y adquiridas por José Ricardo Utrera, esposo de la coleccionista Buenaventura Ortega.

En aquel momento se descubrió que, de las 42 obras enviadas a Madrid, sólo 30 llegaron a la subasta, por lo que 12 se dieron por perdidas.

¿Por qué México no recuperó las piezas?, se le pregunta a Carrasco. “Lo intentó su familia, uno de sus hijos, pero encontraron oídos sordos. Esas piezas iban a una itinerancia, quedaron embaladas y para traerlas a México había que pagar una multa y Daniel no tenía los recursos para hacerlo.

Entonces él aún vivía, tenía 75 años, y después averiguó quién había adquirido los cuadros. Entonces se entrevistó con Buenaventura, pero murió cinco años después”.

Ponce Montuy es el pintor más importante de Tabasco y uno de los muralistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, afirma Carrasco Bretón.

Además, fue un artista comprometido y su expresión plástica fue coherente con su personalidad y su manera de pensar.

Tú sabes que muchos artistas son duales, es decir, su manera de ser y su calidad humana no corresponde a veces con su trabajo o su expresión plástica, pero Daniel fue coherente”.

Un año antes de morir, en 2004, el muralista escribió un texto dedicado a Raquel Tibol, que resume el destino de su obra: “La señora Tibol puede estar contenta, porque finalmente seguí su consejo, escapando de todas las capillitas, inclusive la suya, y mi temática también las ha eludido, y la columna vertebral de mi obra ha sido mi inconformidad”.

 

 

*En el siguiente enlace encontrarás las noticias de Última Hora

*También checa nuestras Galerías

Conoce lo más viral en Facebook Trending 

Lee a los columnistas de Excélsior Opinión

 

cva

 

Te recomendamos:
TAGS
Comparte en