Crean Medalla Toledo sin permiso

CIUDAD DE MÉXICO.

Los diputados de la LXIV Legislatura crearon la Medalla Francisco Toledo, a iniciativa de Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, pero sin contar con la autorización de la familia del artista oaxaqueño, fallecido el pasado 5 de septiembre. De hecho, la familia emitió una carta en la que solicitó que se retire su nombre de la presea.

Dicha misiva, cuya copia obtuvo Excélsior, está fechada el 17 de diciembre, es decir, un día antes de que se decretara la entrega de la medalla, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y está firmada por sus hijos Natalia —subsecretaria de Diversidad Cultural y brazo derecho de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto—, Laureana, Jerónimo, Sara, Benjamín y su esposa Trine Ellitsgaard, quienes pidieron que la distinción no lleve el nombre del artista oaxaqueño, debido a que este reconocimiento no coincide con su ideología ni sus principios.

Desde la partida del maestro Francisco Toledo (1940-2019) distintas instituciones, asociaciones y dependencias de gobierno han tenido la intención de rendirle homenajes o crear preseas con su nombre”, dice la carta.

Así que “como su familia apreciamos todas las muestras de cariño y el deseo de rendirle homenaje. Sin embargo, él no era partidario de homenajes y reconocimientos. Por ello pedimos que la medalla que propone el Congreso no lleve el nombre de Francisco Toledo”, añade.

La misiva, difundida por los amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, también detalla que Toledo trabajó muchos años en distintos proyectos encaminados a la educación artística, el fortalecimiento y difusión de las lenguas originarias, y la conservación del medio ambiente, por lo que “estamos agradecidos de que sigan tomando en cuenta a nuestro padre y esposo, quien todo lo que formó lo hizo de una forma desinteresada”.

Sin embargo, “tras el fallecimiento del maestro hemos tratado de seguir la línea de trabajo que marcó, así como su ideología, y fieles a la forma en que llevó su vida, pedimos que ningún premio, calle o inmueble lleve su nombre”.

El mejor homenaje para él, aclara, “es continuar apoyando sus causas y visitando los espacios que creó, pero, sobre todo, consideramos importante, aunque él ya no está, que siga inspirando a las personas en la realización de proyectos para beneficiar a la sociedad”, concluye.

PRESEA ANUAL

La historia comenzó el pasado 10 de diciembre, cuando Mayer subió a la Tribuna de San Lázaro, con el respaldo de los diputados Armando Contreras y José Luis Preciado, y presentó el proyecto de decreto por el que se adicionó el numeral 5 al Artículo 261 del Reglamento de la Cámara de Diputados, en donde se estableció que el órgano legislativo otorgará anualmente la Medalla Francisco Toledo.

Esta presea, dijo, será entregada de forma anual para reconocer y premiar a los artistas comprometidos socialmente que hayan contribuido con su obra o acciones en la formación, defensa, conservación, rescate y difusión del patrimonio natural, cultural y artístico de México.

Y aseguró que, con esta acción, se reconoce atinadamente a la figura de Toledo “como un ejemplar símbolo de tenacidad, creatividad y talento que supo poner al alcance de todos y contribuir con su obra al reconocmiento de nuestro país”.

La medalla, añadió, evoca el legado del pintor, grabador, escultor y creador de instituciones como el IAGO, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca y la Casa de Cultura de Juchitán.

En esencia, “es un acontecimiento que suspende el tiempo para encumbrar sus inicios, acompañarlo en su viaje cultural y desenmaraña las redes de enseñanza de Rufino Tamayo, Octavio Paz y que también abriga su pasión social”, con lo cual se le rinde “un merecido y permanente homenaje a través de un reconocimiento que a la vez representa un incentivo virtuoso para detonar la potencialidad artística, cultural y de preservación del patrimonio y ensalzar las obras y trayecotria de quienes han dedicado su vida a tan notable apostolado”.

VAN POR REGLAMENTO

Siete días después, la familia Toledo emitió su carta para evitar que la medalla llevara el nombre del artista. Sin embargo, al siguiente día se publicó en el DOF el decreto que instituyó la Medalla Toledo y establece que la Cámara cuenta con un plazo de 90 días para expedir el reglamento que norme la entrega de dicha condecoración.

Ayer, Excélsior consultó a Natalia Toledo para conocer su impresión sobre el tema. “La familia (Toledo) quedamos que a partir de la publicación de la carta no iba a dar entrevistas, porque ahí queda clara la postura y el camino que vamos a seguir, agradeciendo todas las muestras de cariño. El problema es que a mi papá no le gustaba nada de eso. Lo que él hacía era de corazón y con sus recursos, y por eso es que es tan querido, pero entendemos que todo mundo quiera ponerle a algo el nombre de nuestro padre”.

Natalia también detalló que la familia aún no ha pensado si hará algún homenaje dedicado al artista, aunque “en Oaxaca se mantienen sus proyectos comunitarios, con los presos, talleres y bibliotecas, porque se cuenta con los recursos y la participación de otras instituciones. Pero con lo que él dejó se puede seguir trabajando hasta que los hijos ya no estemos. Mientras estemos se va a cumplir su palabra”, concluyó.

Este diario buscó vía telefónica al diputado Mayer, quien se encuentra en EU, para conocer cómo resolverá la situación el órgano lesgislativo, pero hasta el cierre de esta edición no dio respuesta a la solicitud de entrevista, dado que los legisladores se encuentran de asueto.