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Expresiones

Larousse le entra de lleno a las apps con formatos enriquecidos

La empresa trasladará todos los diccionarios a un formato enriquecido, con audio y video, para captar a ese público ávido de información y significados

Juan Carlos Talavera | 31-07-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 31 de julio.- A dos años de su incursión en el mundo de las aplicaciones en el mundo virtual, la empresa Larousse se prepara para adaptar la totalidad de sus contenidos en forma de apps. Así lo dijo en entrevista Tomás García Cerezo, director editorial del sello, quien calificó como un acierto la idea de trasladar todos los diccionarios a un formato enriquecido, con audio y video, para captar a ese público ávido de información y significados, pero sin dejar de lado el diccionario impreso, pues aún falta mucho para que éste muera.

“Digamos que tenemos un pie firme en los diccionarios tradicionales, de formato impreso, y un pie muy fuerte en las nuevas tecnologías. Así que por un lado está la línea de diccionarios escolares, en formato económico, con el formato tradicional, cuya misión justamente es su portabilidad y por el otro está el desarrollo de las apps para iOs y Android”, explicó.

Sin embargo, reveló que en estos dos años la empresa Larousse ha conseguido vender 100 mil app’s en iTunes cada año, frente a los millones de diccionarios de papel. Pese a todo, Larousse ya tiene en planes que el Pequeño Larousse Ilustrado, su obra emblemática, sea totalmente online.

“Hoy quien compra la obra física tiene acceso con una clave al Pequeño Larousse Ilustrado online, pero en el futuro buscaremos una propuesta más robusta para competir en el mercado, ya que contendrá imagen, video y todas las ventajas de cualquier aplicación”, detalló.

Asimismo, comentó que  la tecnología que se utiliza para desarrollar las aplicaciones proviene de Rusia. “Utilizamos sistemas lingüísticos que provienen de Rusia, que están a la vanguardia y te aseguro que su crecimiento será mucho mayor en el futuro”.

¿Por qué prolongar la vida del formato impreso en los diccionarios?, se le cuestionó al editor. “Porque, en mi opinión, los diccionarios impresos también cumplen con una función pedagógica y educativa, donde los alumnos aprenden técnicas de búsqueda e investigación que son fundamentales”.

¿Cuál es la tendencia en el mercado de los diccionarios? “Notamos ya una curva de descenso en la adquisición de obras impresas que son  caras y sofisticadas… pero no así en los diccionarios económicos destinados a la masa escolar, al alumnado en general”.

Por ahora, explicó, ya existen aplicaciones de diccionarios digitales de los diccionarios básicos, de conjugación de verbos, sinónimos y antónimos, y el de biografías, pero en unos meses aparecerán dos: el Diccionario Avanzado y Diccionario Bilingüe.

De hecho, la ventaja de este Diccionario Bilingüe, aseveró, será tecnológica, pues con la aplicación será posible tomar la fotografía de un texto, a partir del cual  será posible obtener el significado de cada palabra.

Adiós a las enciclopedias

¿Cuál fue el principal reto que Larousse tuvo que superar con los cambios de formato?, se le cuestiona. “Hace 15 años la venta de grandes enciclopedias era la principal actividad de Larousse, actividad que hoy es prácticamente cero, sin embargo no desaparecimos e incluso hemos logrado crecer”.

¿Cómo han logrado sopesar la competencia del diccionario de la Real Academia Española y de la propia Wikipedia? “Pensemos que son mercados, públicos y canales diferentes. En el mundo físico también competimos con el diccionario impreso de la RAE y mucha gente prefiere los de Larousse. Digamos que la RAE tiene un gran diccionario, pero nosotros tenemos una gama enorme de diccionarios para todas las edades y para todas las necesidades”.

Y en el caso de Wikipedia, aseguró que aunque es un esfuerzo admirable en muchos sentidos, la diferencia respecto de los diccionarios que dirige Tomás  García, existe una visible diferencia: “Wikipedia no cuenta con un editor y ese es su mayor problema. Así que un alumno de 15 años, que busca información sobre el aparato digestivo, podría enfrentare a un ensayo de 45 páginas con un lenguaje demasiado especializado”.

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