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Expresiones

Son Guillermo Haro y la Luna evocaciones perennes de Poniatowska

La Premio Cervantes 2013 habló del astrónomo con quien estuvo casada de 1963 a 1988 cuando falleció éste

Notimex / Foto: Eduardo Jiménez | 26-12-2013
Son Guillermo Haro y la Luna evocaciones perennes de Poniatowska.
Son Guillermo Haro y la Luna evocaciones perennes de Poniatowska.

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de diciembre.- La escritora mexicana Elena Poniatowska (París, 1932) recordó: "Conocí al astrónomo Guillermo Haro (1913-1988) como periodista fui a entrevistarlo a su enorme oficina, y me trató muy mal, pero me vengué casándome con él; a quien de verdad le fue mal después, fue a él".

La también activista poseedora de amplia obra literaria, que apenas fue reconocida con el Premio Cervantes de Literatura 2013, habló de su matrimonio (1963-1988) con Haro Barraza, uno de los más destacados astrónomos, investigadores y académicos nacidos en mexicanos.

Tenía una cualidad: Era muy capcioso cuando uno lo entrevistaba. A mí me preguntó 20 veces lo mismo. ‘¿Cómo se llama usted?’, me preguntó, y yo le respondí Elena Poniatowska. ‘¿Dice usted que es de Polonia, o de dónde?’, y le dije que de Francia, porque los Poniatowski viven desde Napoleón en Francia", apuntó la autora.

Poniatowska agregó que los pocos minutos le volvió a preguntar "¿Entonces su nombre es ruso?", y ella le contestó que no, que le acababa de decir que venía de Francia. "Y al cuarto de hora después, me volvió a preguntar lo mismo, para ver si caía yo en alguna mentira, y lo mismo hacía con todos sus alumnos".

Haro Barraza, quien a los escasos 40 años de edad fue el miembro más joven en ingresar a El Colegio Nacional, añadió Poniatowska, "hacía lo mismo con todos sus estudiantes, a quienes preguntaba y preguntaba lo mismo, creo que para ver cómo era su cabeza, si funcionaba bien o tenía tendencia a la idiotez".

Al astrónomo le molestaba quien no ponía atención. Haro tenía una capacidad prodigiosa para concentrarse y no se distraía fácilmente. En cambio, Elena Poniatowska reconoció que "yo no soy así, porque por mi mamá vengo de una familia de apellido Amor. Creo que en lo único que piensan es en los besos".

Miraría mucho a la Luna, porque le tengo una enorme devoción, pues mi mamá me decía que había que tratarla con mucho respeto y saludarla siete veces todas las noches al verla salir. Y luego, pedirle un deseo porque si se hacía lo anterior, se concedía sin duda alguna", indicó que ser  astrónoma haría eso.

Después, Elena Poniatowska leyó que había unas zorras que le aullaban a la Luna, que Rufino Tamayo pintó un cuadro con perros o coyotes ladrándole a la Luna y que en la glorieta de Miguel Angel de Quevedo y Avenida Universidad están unos coyotes de bronce que también ven y hablan con ese satélite natural.

"Los animales están muy ligados a la Luna y como yo amo mucho a los perros, a los gatos y a los coyotes, y por ser mujer, siento que el astro con el que más relación tengo es con la Luna. Pero también hay otros planetas que me son muy atractivos, como por ejemplo Marte", agregó la entrevistada, y pasó a explicar:

Me gusta Marte porque ahí estamos buscando agua, para ver si compramos un lotecito y nos podemos mudar todos para allá. Va a ser un poco después, cosa que verán no los niños de hoy, sino los de muchísimos años más adelante, si es que eso se puede dar", acotó la autora de "Luz y luna, las lunitas" (Era, 1994).

Lo cierto, abundó en sus declaraciones "Poni", "Elenita" o "Princesa Roja", como también se le conoce cariñosamente, "es que Guillermo Haro no creía en los extraterrestres, a pesar de que yo me enamoré muchísimo de “E.T.”, sobre todo cuando abre el refrigerador y busca qué va a comer porque tiene hambre".

 

asj

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