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CIUDAD DE MÉXICO.
La música invade las noches de sábado el lomerío de Naucalpan, Estado de México.
Roberto García, del sonido Conquistador Latino, y sus seis integrantes de Staff montan su equipo en una azotea de esta zona popular, y lanzan su música al aire para quien quiera escucharla.
Es la forma de afrontar la etapa de distanciamiento social impuesta por la pandemia de covid-19.
La realidad para este sonidero acostumbrado a la algarabía de las fiestas en la calle, salones de fiestas o casas atestadas de gente, es radicalmente distinta. No hay fiesta, no hay novios o quinceañera, ni santo patrono de por medio. Sólo música y saludos tan característicos de la cultura sonidera.
(El negocio) venía muy bien, habíamos empezado el año con mucho trabajo, a Dios gracias, sin embargo, a raíz de las primeras menciones que hizo el gobierno y la Secretaría de Salud de que iba a haber confinamiento, la gente se apegó a eso y comenzaron a llamarnos para cancelar algunas fechas que ya estaban programadas. No nos quedó más que dejar de trabajar, porque este sector hoy por hoy no está reactivado en absoluto”, relató Roberto desde una azotea en Buenavista, Naucalpan.
Inició con trasmisiones vía Facebook live y posteriormente tuvo la idea de subir su equipo a una azotea e iniciar sus sesiones en vivo en Naucalpan.
El sonidero tuvo éxito, mantuvo sus transmisiones vía redes sociales y logró interactuar con la gente que lo escuchaba y enviaba mensajes vía redes sociales.
Las sesiones tienen la particularidad de que, cobijados por la noche, desde azoteas cercanas la gente sale a escuchar la música intercalada con los saludos, bailan e interactúan con luces que son dirigidas hacia la azotea convertida en un auténtico faro.
A raíz de los primeros eventos de azotea se fueron sumando mucho más adeptos y los comentarios eran, ‘no dejes de tocar’, ‘sigue enviando tu música’, y ‘es más, mándame un saludo’.
La vibra y la atmósfera que se ha venido generado es para bien”, dijo Roberto entre canciones y saludos.
AMU