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Comunidad

Calle Madero, por el centenario

En diciembre se celebrarán 100 años del día en que Francisco Villa y Emiliano Zapata usaron una placa para rebautizar la calle Plateros con su nombre actual

Arturo Páramo | 26-01-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de enero.- Los revolucionarios Emiliano Zapata y Francisco Villa en 1914 ingresaron al frente de sus ejércitos a la Ciudad de México para derrocar a Victoriano Huerta.

Además de las anécdotas de los dos jefes revolucionarios comiendo en Palacio Nacional, las tropas zapatistas desayunando en una cafetería, los dos caudillos recorriendo la ciudad a caballo, hay una historia igual de significativa.

La mañana del 8 de diciembre de 1914, Francisco Villa pidió a una parte de su tropa que le acompañara a la esquina de Plateros y San José del Real (hoy Madero e Isabel la Católica, respectivamente) y pidió que llevaran una escalera y clavos.

Seguido también de una banda de música, Villa trepó por una escalera y clavó una placa de madera en el edificio conocido como La Mexicana, con la leyenda “Calle Francisco I. Madero”.

“Es la calle más famosa, emblemática, conocida de la Ciudad de México en el mundo. Pasó de ser una calle tipo rue francesa, peatonal, a ser una street londinense con el paso de autos. Siempre ha sido la calle más representativa de la ciudad”, destacó Alfonso Hernández, cronista de la delegación Cuauhtémoc.

Aquel 8 de diciembre de 1914, Villa pidió una escalera que recargó sobre el edificio recién construido y bautizado como La Mexicana. Subió y rebautizó la calle como Francisco I. Madero.

El revolucionario además se aseguró de anexar otra leyenda debajo del nombre de la calle, advirtiendo que quien retirara la placa sería “fusilado inmediatamente”, relatan crónicas periodisticas de la época.

Es el único caso conocido en la Ciudad de México de una calle bautizada por un personaje y no por un análisis previo del Cabildo, Ayuntamiento, Asamblea de Representantes, diputados, decreto del virrey, gobernador, regente o jefe de Gobierno.

Retrato de la Ciudad de México

Cuando Tenochtitlán quedó derruida, comenzó a trazarse la nueva ciudad de influencia europea. Tacuba fue la primera calle delineada por el español Alonso García Bravo y le siguieron, entre otras, la actual calle Madero.

De acuerdo con la Enciclopedia Temática de la delegación Cuauhtémoc, compilada por Héctor Manuel Romero, la calle recibió varios nombres: San Francisco El Nuevo (desde la actual Lázaro Cárdenas a Bolívar) por encontrarse al lado del convento de ese nombre; Esmeralda, Profesa (por correr al lado del templo jesuita de La Profesa) y Plateros (por albergar a los orfebres de la ciudad especializados en el manejo de ese metal).

En 1638, el virrey López Díaz de Armendáriz reconoció que para el cobro de impuestos y la revisión de la calidad de los productos era imposible ir de taller en taller de los orfebres, así que determinó que todos debían concentrarse en las dos primeras calles de Profesa, partiendo de la plaza de armas, hoy Zócalo.

La multa para quienes no obedecieran el decreto era de 100 pesos oro común, repartidos entre el ayuntamiento, fiestas patronales y las arcas virreinales.

Es en materia de desfiles triunfales donde Madero no tiene competencia con cualquier otra calle de la ciudad.

El 27 de septiembre de 1821, un arco triunfal elaborado con madera y flores recibió al Ejército Trigarante, que consumó la Guerra de Independencia. Se trataba de una tropa de 17 mil hombres  encabezada por Agustín de Iturbide. Vicente Guerrero venía al final del contingente.

En 15 de julio de 1867 Benito Juárez y su ejército ingresaron por Plateros tras la guerra contra el efímero imperio de Maximiliano en medio del mayor festival que se había vivido la Ciudad en su historia.

El 7 de junio de 1911, Francisco I. Madero ingresó triunfalmente a la Ciudad de México. El 9 de febrero de 1913, él mismo salió del Castillo de Chapultepec para dirigirse al Palacio Nacional en el episodio conocido como La Decena Trágica.

Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata y Francisco Villa hicieron la misma entrada triunfal al Zócalo a través de Madero.

Peatonal

Desde agosto de 2009 la calle fue cerrada al tránsito de automóviles durante los fines de semana y en diciembre de ese año se decidió dedicarla exclusivamente a los peatones.

El Gobierno del DF gastó 30 millones de pesos para convertirla en calle peatonal, y fue inaugurada la noche del 18 de octubre de 2010.

Actualmente unas 250 mil personas la caminan a diario y en fines de semana (de vacaciones, quincena y con espectáculo en el Zócalo) puede rebasar el millón de personas.

 

Proyecto peatonal

Con la apertura de la calle 16 de Septiembre, en la que  conviven peatones y autos, el Centro Histórico suma 11 mil 500 metros cuadrados a las calles peatonales.

Francisco I. Madero es el ejemplo más exitoso de peatonización de calles en el Centro Histórico, se calcula que hasta un millón de personas llegan caminar por ella en un solo día.

Actualmente se trabaja en la reconstrucción de las calles Santísima y Emiliano Zapata como parte de la peatonización de Moneda.

En ese mismo proceso también está los tramos de Argentina que van de Guatemala a Donceles  y de ésta a San Ildefonso.

En el Centro ya son cinco kilómetros de calles peatonales, en los que también se cuenta Regina, que se convirtió en un punto de entretenimiento y gastronómico, la calle paralela, San Jerónimo, que fue transformada por los restaurantes, bares, y la vida estudiantil que le ha inyectado la Universidad del Claustro de Sor Juana.

En el corredor Talavera, Alhóndiga, Roldán y Santísima, la vida comercial se ha mantenido y se han recuperado edificios históricos como la antigua aduana en el cruce con Corregidora.

Gante es un corredor culinario importante; Motolinia, un tramo de Guatemala detrás de Catedral, los dos callejones de Cinco de Mayo, la Condesa, y Marconi, a un costado de la antigua sede del Senado; completan las calles peatonales.

En los mismos planes está la calle  Corregidora y existe un proyecto para convertir al Zócalo en una plaza peatonal. También se ampliaron las aceras en Pino Suárez.

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