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Covid-19, dejan sola a la SSA

Luis Manuel Arellano Delgado | 14:12
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2016/06/07/ladooscuro_header.jpg Luis Manuel Arellano Delgado

 

El sistemático bombardeo de contenidos falsos para desacreditar el control epidemiológico del Covid-19 revela, por enésima ocasión, que el Talón de Aquiles del gobierno lopezobradorista es la comunicación social.

Corresponde a la Secretaría de Salud enfrentar la alerta sanitaria, hacer prevención y atender enfermos, pero, ¿quién asume la tarea de contener la politización y detener la proliferación de noticias falsas relacionadas con esta epidemia?

Aunque durante 2019 el Sector Salud enfrentó una fuerte crisis de desabasto de medicamentos y otros insumos, que le sumió en un ánimo adverso y de desconfianza pública, no es ocupación del personal médico enfrentar las contra campañas salubristas ni persuadir a los medios de comunicación para que se sumen a la divulgación de contenidos basados en evidencia científica, sin alarmismos.

Tampoco corresponde a los epidemiólogos intervenir en el descontrolado flujo “noticioso” de las redes sociales ni mucho menos sortear la crisis de credibilidad que enfrenta el presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo que sí saben en las oficinas de la calle de Lieja es que podrían gestionar mejores resultados contra el Covid-19 si los canales de comunicación y las redes sociales fueran más receptivas.

Y es que la proliferación de “fake news” en esta contingencia es consecuencia de un hecho concreto: la existencia de audiencias que las aceptan, pero no solo eso, que las necesitan para fortalecer sus sentimientos y con ese ejercicio sus convicciones políticas, partidistas o de simples opositores al nuevo gobierno. En Twitter y Facebook puede observarse cómo es que el odio se ha convertido en el verdadero motor para la viralización de noticias, fotos y videos alterados.

El periodista español Marc Amorós Garcia dice que la polarización ideológica ha llevado a la construcción de círculos de opinión “impermeables al pensamiento ajeno o contrario”; hay ceguera y rechazo a escuchar o leer noticias contrarias a los prejuicios u opiniones preconcebidas. Y tiene razón cuando sentencia “la indignación y el miedo son grandes motores para viralizar fake news”. En consecuencia, “es más fácil que demos por ciertas las noticias que confirman nuestras ideas que las que nos llevan la contraria”, añade.

Como ha sucedido con otros episodios de confrontación en la vapuleada opinión pública mexicana, la contra campaña que está enfrentando la Secretaría de Salud -en el actual contexto de alerta sanitaria- tiene origen en estrategias de desestabilización política denunciadas por la misma dependencia, pero también en el imaginario colectivo de quienes rechazaron y siguen rechazando el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Se trata de un bloqueo ideológico en el que las fake news tienen un papel estructural.

Por lo anterior es que surgen preguntas puntuales: ¿dónde está la Secretaría de Gobernación que regula contenidos y por ley puede emplear tiempos oficiales que refuercen los mensajes de la SSA? ¿Por qué no interviene la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia para gestionar ante las corporaciones periodísticas mayor involucramiento en las tareas de prevención? ¿Qué esfuerzo hace el Sistema Público de Radiodifusión para unificar directrices editoriales y llevar a todo el país mensajes preventivos en las comunidades más vulnerables y dispersas?

El control de la comunicación es estratégico en toda política de salud pública pero, hay que decirlo, en se ha logrado hasta el momento y va a necesitarse en los próximos meses. Sin credibilidad no se podrán alcanzar las metas escalonadas previstas, por más que estén integradas dentro de un plan articulado con directrices internacionales. De poco le sirve al gobierno mexicano haber recibido la aprobación de la Organización Mundial de la Salud si la opinión pública interior está polarizada y una parte de ese basamento busca desestabilizar todo lo que venga del Estado.

Quienes tienen dudas de hasta dónde pueden llegar las fake news relacionadas con el Covid-19 pueden seguir la cuenta @ElSabuesoAP del portal Animal Político, que se dio a la tarea de documentar y desmentir una infinidad de contenidos manipulados o definitivamente falsos en varios frentes: políticos, empresariales, médicos, epidemiológicos y hasta, científicos. Otro ejercicio lo está realizando en Buenos Aires la Fundación Huésped (@FundHuesped) también en su cuenta de Twitter, bajo el concepto de “Coronavirus y fake news”.

¿Cómo proteger la verdad basada en evidencia científica? La evidencia es responsabilidad de la ciencia y la medicina, la protección de la verdad está en otra parte.

Referencia

  • Amorós Garcia, Marc. “Fake News. La verdad de las noticias falsas”. Plataforma Editorial/Colofón, 2018, México.

@LuisManuelArell

 

 

 

 

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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