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Podemos diferir

Alonso Monroy | 18:55
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2018/01/30/logo_sitio.jpg Alonso Monroy

Apoyamos el cambio, pero podemos diferir.

Podemos diferir y decir no a la militarización del país. Podemos diferir y pensar que un militar no debe realizar funciones de seguridad pública. Podemos diferir y pedir que los militares regresen a los cuarteles. Podemos diferir y creer que la mera presencia militar en las calles ya genera violencia. Podemos diferir y señalar tantos casos documentados de violaciones a los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas. Podemos diferir y estar en contra de darle el mando operativo de la seguridad pública al Ejército. 

Sí, podemos diferir. Podemos diferir y podemos participar. Podemos involucrarnos, investigar, manifestarnos, criticar y abrir el debate. Un debate que sea tomado en cuenta por el gobierno, de eso van las democracias participativas. 

Hace unos días, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la Ley de Seguridad Interior que buscaba —palabras más, palabras menos— dar respaldo jurídico a la permanencia y actuación del Ejército en las calles de México para realizar tareas de seguridad pública. Sin embargo, este enorme logro ciudadano, se vio opacado con la presentación del Plan Nacional de Paz y Seguridad del gobierno entrante y el anuncio de su "Guardia Nacional".

El tema es crítico porque gran parte de dicha Guardia Nacional se formaría con efectivos del Ejército (la Policía Militar y la Policía Naval) y porque el mando operativo también lo tendría el Ejército. Además, se pretende reformar la Constitución para dar carácter legal a la actuación de fuerzas militares en tareas de seguridad pública. Hay mucho en juego. 

Los expertos advierten que esta Guardia Nacional, y la reforma correspondiente, refrendan la militarización del país y hacen caso omiso a la evidencia empírica en materia de seguridad nacional, así como a la reciente resolución de la Suprema Corte y a las observaciones de organizaciones reconocidas en el país y en el extranjero. El despliegue militar no soluciona las causas profundas de la violencia, enfrentar la violencia con violencia sólo ha dejado más muertos.

"La evidencia confirma que la militarización regular de las tareas policiales no construye seguridad sostenible y con derechos humanos y sí en cambio reproduce un conflicto creciente entre las fuerzas armadas y tales derechos", escribió hace poco Ernesto López Portillo, experto en el tema y actual coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO.

Además —y haciendo referencia a una carta firmada por 128 organizaciones y 544 ciudadanos que se oponen a la Guardia Nacional— , reformar la Constitución para incluir esta Guardia protege la decisión ante una invalidación y deja lagunas sobre los responsables de limitar, vigilar, fiscalizar y sancionar al Ejército.

Existe otra opción y está sobre la mesa desde hace muchos años: fortalecer nuestras policías bajo un mando civil y sujeto a leyes civiles. La seguridad debe recaer en autoridades civiles y debemos vigilar de cerca su actuación y sus límites. Se debe partir desde una lógica de paz y aprender del fracaso de los últimos 12 años, la seguridad debe tener contra pesos. No importa que tome más tiempo rescatar a la policía, no importa que sea más difícil reclutar a civiles para ser policías, esa es parte de la solución de fondo.

"La vía correcta es la seguridad ciudadana, paradigma que concilia la seguridad y los derechos humanos mediante políticas públicas e instituciones conducidas bajo un liderazgo civil sujeto a rendición de cuentas", agrega Ernesto López Portillo. 

De mi parte, estoy totalmente en contra de la militarización del país y por ende de la Guardia Nacional. Creo que se debe abrir el debate público sobre esta decisión y creo que nos tenemos que tomar el tiempo necesario para llegar al mejor plan. Pero sobre todo, creo que es fundamental que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tome en cuenta nuestra voz y acepte las observaciones de expertos, de organizaciones nacionales e internacionales y de la sociedad civil.

Sí, podemos diferir. Podemos diferir y todas las voces deben ser tomadas en cuenta, esa es la democracia participativa.

Referencias bibliográficas:

La Guarda Nacional no es la vía: Programa de Seguridad Ciudadana por Ernesto López Portillo/ 2018

Organizaciones rechazan Guardia Nacional: “es una falsa salida a la crisis de inseguridad”, dicen por Redacción Aristegui Noticias/ 2018

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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