¿Y los hombres qué?

Es bien fácil desearles todo lo mejor a las mujeres, compartir reflexiones por WhatsApp y conmemorar el Día Internacional de la Mujer, pero hay que llegar más allá, en la práctica. El sector femenino ha salido valientemente a las calles a protestar y exigir derechos, pero siempre es necesaria la inclusión del hombre.

Porque en general, la gente es muy buena para publicar y declarar positivas intenciones en estas fechas, sin embargo, la mejor prueba está en los hechos. Las mujeres deben tomar en cuenta que el sector masculino tiene que estar presente en su vida cotidiana, obviamente hasta donde ellas mismas lo permitan. No más, y sin invadir sus derechos.

En esta época nueva que vivimos con la lucha social femenil, los hombres debemos hacer verdadera y profunda conciencia, sobre todo los que en algún momento por las circunstancias, tradiciones equivocadas, ejemplos erróneos o sociedad machista, han manipulado, ofendido directa o indirectamente, con palabras u omisiones a nuestras madres, esposas, hermanas, amigas o novias.

Lo peor en estos casos es generalizar. Hay hombres de toda clase; están los que las quieren y respetan, los que las lastiman verbal, física, emocional, económicamente, y hasta quien las desaparece.

Cada hombre sabe lo que ha hecho con “sus” mujeres (de familia), y siempre hay una segunda oportunidad para quienes quieran corregir el camino, quizá mejorarlo o perfeccionarlo, y para esto, se requiere de la participación activa del género masculino, sin duda.

Hay mujeres que exigen ser escuchadas y ponen límites para que los reporteros hombres no se acerquen a sus movilizaciones, que el hombre no interfiera en sus asambleas, que no opinen en sus acuerdos, ni metan las manos en sus proyectos. Ya los comienzan a ver como rivales.

Estoy totalmente de acuerdo, de hecho las mujeres tienen que empezar a tomar diferentes batutas para configurar una nueva estructura social, pero también los hombres tienen que contribuir en el desarrollo de una novedosa visión. Usted se preguntará el porqué, y pues es muy sencillo: en la historia se sabe que las situaciones de maltrato (en su mayoría) son hombres quienes las han sobajado, humillado, acosado, violado, golpeado y hasta asesinado. Entonces, para seguir abriendo esos espacios a su favor, se requiere la participación del “género verdugo”, recapacitando el mal actuar y dando pasos a los costados para que ellas resurjan. A la fuerza ni los zapatos entran, y tampoco se trata de que esto se vuelva una batalla de hombres contra mujeres.

Las inconformes se tienen que apoyar en los hombres que estamos dispuestos a tomarlas de la mano e impulsarlas, no le cierren la puerta en la cara a aquellos que están dispuestos a colaborar con su causa. ¡¡¡Claro que las mujeres pueden solas!!!!, pero el significado de esta transformación es también evitar la venganza en el colectivo humano.

¿Después de este 9 de marzo sin mujeres, qué pasará? ¿Será una sociedad sin hombres? ¡Por supuesto que no! Aprendamos a convivir como iguales después de tantos años de injusticia y abusos machistas. Felicito a las mujeres que este 8 y 9 de marzo se organizaron, esta Revolución les tiene que hacer justicia pronto, pero en las revoluciones siempre hay héroes y heroínas. 

Twitter: @AtaloMO