Iglesias golpeadas y olvidadas

Ahora que se están resolviendo pendientes como el de la Miss Moni, directora y dueña del Colegio Rébsamen, sentenciada a 31 años de prisión, nos damos cuenta que todavía hay muchísimas deudas qué saldar  en cuanto a la reconstrucción de viviendas, edificios públicos y con valor histórico-cultural.

Esta columna responde a varias denuncias recibidas desde gran parte de la comunidad de la colonia Roma de la Ciudad de México; vecinos que se dicen bastante preocupados por la situación de abandono en la que se encuentra uno de los templos más emblemáticos de la colonia: la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima.

Cuentan que el sismo de 2017 la dejó inservible, vidrios rotos, fisuras en las paredes, fachada descarapelada y generación de basura en la banqueta frente a su entrada. Incluso la puerta principal se ha vuelto refugio de indigentes, pues aún el recinto se encuentra cercado por una cuerda, y que las afectaciones ponen en peligro a las personas que transitan por ahí.

Afortunadamente para la feligresía, la iglesia, ubicada en la esquina de las calles Chiapas y Yucatán, tiene un patio contiguo que no se deterioró luego del movimiento telúrico de hace tres años. Y es que desde ese garage se ofician las misas, en sillas de plástico que recientemente fueron reemplazadas por las bancas de madera ya desvencijadas que tenía la iglesia dañada.

En fin, los vecinos de la Roma por más que depositan limosnas, nada es suficiente para rehabilitar el templo que parece está olvidado por las autoridades del gobierno capitalino, autoridades eclesiásticas, culturales y la Comisión de Reconstrucción. La comunidad “romana” recuerda que en algún momento (días después del terremoto) acudieron representantes de la fundación Carlos Slim quienes llevaron a cabo una revisión estructural, pero ya no regresaron jamás.

Días después llegaron funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para tratar de determinar los desperfectos, pero una vez más se esfumaron para no volver ni dar razón de sus estudios. Total que únicamente hacen que la gente se ilusione y nadie dice “aquí estoy para apoyar”.

Según la Arquidiócesis Primada de México ya se han reconstruido 69 de 160 iglesias en la capital del país, las 91 restantes están a la espera de liberación de recursos para su inversión. Apenas el año pasado, 25 templos católicos fueron clausurados debido a los graves daños que sufrieron y actualmente sólo 10 permanecen cerrados.

El tiempo y los años siguen transcurriendo y de las autoridades parece que el tortuguismo es su deporte favorito, ya que no sólo la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima se encuentra en estas condiciones, sino que ya es un cúmulo de recintos religiosos que representan un peligro para las personas que transitan o residen en dichos entornos por un posible colapso.

La cúpula eclesiástica reconoció que el proceso de rehabilitación de los templos ha sido lento y complicado debido a que tanto las autoridades católicas como el gobierno se han visto rebasados económicamente.

Ante tal situación, el panorama es desolador porque se atravesó la pandemia y por varios meses se detuvieron las labores de reconstrucción. Actualmente hay otra enorme preocupación: la inminente desaparición de fideicomisos como el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), que en caso de ser eliminado produciría una obstaculización del presupuesto que coadyuvaría a la restauración de estos centros religiosos. Suerte y muchos rezos, es lo que necesitarán!!!

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