Alejandro Aguerrebere

Alejandro Aguerrebere
Súper beis

Ya son cinco años

30 de Enero de 2020

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A la memoria del gran lanzador Narciso Elvira,

                paz para su familia y para nuestra sociedad.

 

Se acaba el primer mes del año y conviene hablar de cómo estamos a nada de que los primeros receptores y lanzadores reporten a sus campos primaverales en Arizona y en Florida, para las Ligas del Cactus y de la Toronja, respectivamente. Siempre habrá expectativa para saber cuál es el estado físico en que regresan los estelares, siendo una posible medida a implementar por parte de los 30 equipos, el cuidado de sus (carísimos) peloteros durante la pausa invernal, el offseason.

Ese es el menor de los cuestionamientos para la ventana de cinco años ya con el actual comisionado Rob Manfred. Éxitos económicos, escándalos, incertidumbre, valores entendidos y una proyección interesante, aunque, de desgaste para algunos, en los posibles próximos nuevos cinco años con el abogado Manfred reportando directamente a la oficina del actual presidente Trump, ¿coincidirán por esos años?

Como magistralmente apunta Tom Verducci, las ganancias han aumentado para las Grandes Ligas 17 años consecutivos, llegando casi a 11 mil millones de dólares el año pasado, con la tecnología como aliada a través de la empresa BAM y sus transmisiones con súper recursos visuales, además de las revisiones a las jugadas y el manejo de estadísticas —de última generación— en tiempo real.

Quizá le pedirán que ataque al shift (la formación defensiva); puede ser turbulenta la implementación de un reloj para las pichadas; probablemente quieran traer la Regla Schiller, de colocar corredores en las almohadillas para los episodios extra (esa sí les molesta a los puristas)… Así se discute todo mientras este 2020 ya tendrán los relevistas que enfrentar a un mínimo de tres bateadores o al menos finalizar el inning lanzado. Independientemente de los logros y de esos cuestionamientos, lo fuerte viene con la negociación sindical para el 2021, con los criterios de dopaje y contra la violencia doméstica como puntos para tomarse en cuenta, además de la situación contrastante para las condiciones de trabajo de los jugadores ligaminoristas.

El peor problema al día de hoy va en el sentido de la exigencia de una disculpa pública por parte de los peloteros (ojo, los jugadores) de los Astros de Houston, no sus oficinas.

Eso involucra al sindicato (MLBPA) y al interés de la ciudad de Los Ángeles, California, como agraviados en un tema donde perdieron dos Series Mundiales, argumentando que fueron afectados por esos elementos ilícitos… le falta lo peor a ese drama.

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