CIUDAD DE MÉXICO
Cassius Marcellus Clay, no sólo fue uno de los boxeadores más grandes en la historia del deporte de los puños, sin duda alguna, fue uno de los personajes más emblemáticos del siglo XX, con una indiscutible trascendencia deportiva, pero sobre todo, social.
Irrumpió en el pugilismo con un estilo elegante y veloz, el mundo no había conocido a un peso completo de las características de aquel joven y presuntuoso nacido el 17 de eneor de 1942 en Lousville y que en 1960 se colgaría el oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Su carrera como boxeador comenzó cuando conoció al policía Joe Martin, quien lo introdujo en el mundo del boxeo cuando el joven Cassius Clay fue a reportar su bicicleta robada.
Cuando le negaron el servicio en un restaurante de Estados Unidos por su raza, tomó la decisión de arrojar la medalla olímpica que ganó en Tokio al río Ohio.
Soy el más grande, soy joven, hermoso, rápido y nadie me puede vencer”. Con esas frases, el joven Cassius Clay comenzó a gestar su leyenda deportiva, incluso vaticinó que vencería por KO a Sony Liston para arrebatarle el título mundial de peso completo.
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