Alberto Guzmán, de portero a pateador

El joven buscaba labrarse un futuro en las inferiores de los Pumas, pero cuando ya no entró en planes halló su destino en el emparrillado

Fotos: Gabriel Gúzman y Especial
Fotos: Gabriel Gúzman y Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

Alberto Guzmán aún usa tachones de futbol y no spikes. Su calzado está pintado de azul y oro, los colores de los Pumas de la Universidad, el equipo al que le va desde pequeño y en el que tuvo la oportunidad de jugar como portero en distintas etapas, la primera a los 11 años y la segunda a los 17.

Pero en 2017, a Beto le dijeron que “ya no entraba en planes” del conjunto universitario. Aquel fue un “momento complicado” para alguien que soñó con “jugar futbol toda la vida”. No obstante, el destino le tenía preparada una sorpresa.

Tratándose una lesión, el exguardameta conoció a dos miembros del Heroico Colegio Militar, el general Julio Álvarez y el capitán Roberto Padilla, quienes le propusieron redireccionar sus habilidades al futbol americano e integrarse a sus filas como pateador de la categoría intermedia. Él aceptó.

El primer día acabé con el tobillo morado, era totalmente diferente. Fue una transición difícil, porque en el futbol soccer tengo 90 minutos, aquí en el futbol americano, si tengo tres segundos para patear es mucho. En el futbol soccer no hay 11 (jugadores) que me quieran venir a golpear. Lo único que no cambió fueron los zapatos”, contó en entrevista.

Después de una temporada con los Aguiluchos, Félix Buendía, entrenador en jefe de los Pumas CU, el equipo de Liga Mayor de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo invitó a formar parte del programa. Beto estaba de vuelta en Ciudad Universitaria, pero ahora en el emparrillado.

Para mí la UNAM representa muchísimo, hoy es la máxima casa de estudios, poder representarla y defender sus colores, en dos deportes diferentes, es increíble”, compartió.

En su primera campaña con el equipo auriazul, Beto terminó la fase regular como el jugador con más puntos anotados de la ONEFA, con 45.

Metido ya de lleno en este deporte, el pateador de 25 años ahora pretende llegar a lo más lejos posible.

Mi sueño siempre va a ser crecer, el gusanito deportivo siempre va a ser jugar en el máximo nivel. Si se puede llegar a la NFL, buscaremos llegar o hasta donde deportivamente me alcance”, confesó.

Por lo pronto, Beto disputará las semifinales de la temporada 2019 este sábado, cuando los Pumas reciban en Ciudad Universitaria a las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional, en una edición más del clásico estudiantil.

El sueño está, primero mi sueño es quedar campeón aquí y luego llegar al máximo circuito”, afirmó.

 

AMU

 

 

 

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