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Francisco I. Madero “fue un visionario, no un idealista”

Gustavo Madero, líder panista, habla del legado de su tío abuelo

Héctor Figueroa Alcántara | 23-02-2013

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de febrero.-  Sobrino nieto de Francisco I. Madero y de Gustavo A. Madero, el líder del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero Muñoz, considera que la figura y el legado ambos próceres, en particular del ex Presidente fusilado, “no ha sido bien dimensionada”.

El líder panista, nieto de Evaristo Madero González
–hermano menor de Francisco y de Gustavo– accedió a comentar cómo se ve desde la familia al ex Presidente de México y al diputado, asesinados en 1913.

“Yo todavía creo que la figura de Francisco I. Madero no ha sido bien dimensionada, se le ha juzgado más como el idealista, y no tanto como el visionario de un México distinto y que pudo construir esto en muy pocos meses, despertando a una nación con su libro y con el Plan de San Luis.

“Fíjate, en el caso de Gustavo, yo creo también que la historia no lo ha recogido y valorado. Es un hombre que era un complemento de Francisco, que era una mancuerna, como diputado de un partido constitucional. Sin ellos juntos no hubiera triunfado en una primera etapa la Revolución”, destacó.

Excélsior ha reproducido en las dos últimas semanas los textos periodísticos y las crónicas de la Decena Trágica, que culminó con el asesinato de los hermanos Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, lo cual desembocó en la segunda etapa de la Revolución Mexicana para derrocar al dictador Victoriano Huerta.

Al hablar sobre sus antepasados, el dirigente del PAN señala que ya es tiempo de ver a Francisco I. Madero no como un “idealista”, sino como un “visionario” de un México distinto, plenamente democrático.

“Francisco I. Madero fue el que generó la confianza, la inspiración entre todos los ciudadanos para lograr el cambio, primero por la vía pacífica y democrática”, comentó.

En el seno de la familia Madero, dice el dirigente de Acción Nacional, “siempre se recuerda con mucho cariño y como un ejemplo a mis dos tíos. Sus ideales me marcaron para ser congruente como persona y ya en la etapa adulta para entrar a la política”.

“Me marcó mucho su idealismo, su liberalismo y su anhelo democrático. Yo de joven nunca participé activamente a nivel partidista, pero sí lo hice como estudiante participando en causas de las colonias populares, los ejidos, en mi trabajo.

“Yo creo que son inspiración, son modelos de dos ejemplos que te inspiran par vivir hasta dando la vida para luchar por lo que tu piensas, eso para mí es lo fundamental. Dos ejemplos de gente congruente”, dijo Gustavo Madero Muñoz.

El dirigente partidista se pregunta: “¿Qué México seríamos si no hubieran matado al Presidente Madero? Seguramente, seríamos un país más democrático, con instituciones más sólidas. Y esa transición es la que debemos culminar hoy en muchas partes del país, pues hemos podido concluir la transición democrática inconclusa”.

Madero Muñoz considera a la Decena Trágica como los diez días que cambiaron el rostro de México, pero se impuso “la parte más negra, más vil, más ruin, de los apetitos de los políticos más mezquinos, con la traición”.

“Esto es lo que me hace a mí ser muy consciente de nuestra responsabilidad de cuidar hoy lo que tenemos y fortalecer la democracia, porque es un bien efímero, que si no lo cuidamos, si no lo defendemos, se va…

“Y este trabajo no está concluido desgraciadamente. La tercera parte del país no conoce la alternancia en los gobiernos estatales. Siguen existiendo gobiernos autoritarios que cooptan los órganos electorales o al congreso; se ve con tristeza que todavía no haya equilibrio en muchos estados”, concluyó el líder panista.

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