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Función

Luz Casal: El cuerpo me pide rock

La cantante gallega prepara su nuevo disco con temas inéditos y esta noche actúa el Teatro de Châtelet de París

EFE / Fotos: Especial | 03-12-2012

PARÍS, 3 de diciembre.- "El cuerpo siempre me pide rock", afirmó la cantante gallega Luz Casal, que se encuentra en la recta final de la gira emprendida el pasado febrero y tras la cual comenzará a trabajar en un próximo disco con canciones "absolutamente nuevas" y en las que no duda que habrá mucho de ese tipo de música.

"Forma parte de mi memoria, de mi cultura, de mi gusto, de mi expresión. Es algo que está ahí", indica Casal poco antes de tocar hoy en París, en su concierto más importante en este último tramo, que finaliza a mediados de diciembre.

La idea del nuevo trabajo, no obstante, no es más que un proyecto en fase inicial de creación, a la que tendrá que dedicarle todavía muchas horas, en un momento en el que "no es tan fácil como al principio".

"Hay canciones que ya has hecho, necesidades de comunicarte que has expresado en otros discos. No te puedes repetir: tienes que trabajar sabiendo el camino que ya has transitado, ahora empleando conceptos que vayan más allá de lo que hiciste", señaló la solista desde su camerino en el Teatro de Châtelet.

Casal (La Coruña, 1958), atesora desde sus comienzos a principios de los 80 más de 15 discos, pero la veteranía no es una circunstancia que le haga acomodarse y sentir que ya ha encontrado la fórmula del éxito.

"He vivido tantos años haciendo esto que sé cómo reacciono y lo que significa subirme a un escenario. Significa el trabajo de tantísima gente alrededor como para tomarlo como algo maquinal o asegurado", indicó la cantante.

"El día que acabe será por otras razones que no me puedo imaginar a día de hoy, pero no porque me acomode", apuntó Casal, que aseguró que "siempre" la sorprende el apoyo y el hecho de que la gente "haga un esfuerzo, gaste su dinero y, en vez de ir a tomarse una cerveza e ir a otros conciertos", vaya a los suyos.

Rock 99 por ciento en español

Estos últimos la han llevado por escenarios de Montreal, Pekín, Bahréin, Estambul, Túnez o Santiago de Chile, y la sensación extraída, ha precisado, es "extraordinaria", después de vencer la barrera del idioma con un espectáculo en un "99 por ciento" en español.

"Ha sido una grandísima sorpresa. De alguna manera, (tengo el) sentimiento por encima de todos de agradecimiento, porque nos reciban, nos escuchen, estén atentos y, por los comentarios, se lo pasen bien. Para mí es un reto conseguido, una aventura con final feliz cada noche", advirtió.

La experiencia ha sido intensa, pero no implica que el cuerpo le pida un descanso. Para ella, las vacaciones serán "cambiar un poco el ritmo de estos últimos dos años" para hacer ese disco que espera que sea "buenísimo" y canalice toda esa necesidad de expresar lo acumulado "en estos cuatro, cinco años".

Una guerrera más allá de la música

Entre esas vivencias, la superación de un cáncer de mama en 2007 y otro, tres años más tarde, un episodio fuerte "pero como otros muchos fuertes" atravesados, del que, aunque no le importa hablar "si eso le puede servir a alguien", prefiere no centrarse en un tema del pasado "con lo importante que es (para ella) el presente".

En ese presente, la consciencia de que para seguir adelante en esta profesión depende de ella misma.

"Los que nos dedicamos a la música popular estamos acostumbrados a vivir de nuestro trabajo y a sufrir las consecuencias y los inconvenientes. Casi nunca estamos apoyados por alguien", sostuvo Casal, con una declaración que no le impide reivindicar que la cultura no debería ser un negocio.

"No abarco más allá de mi mundo, porque hablar de lo que no conoces aparte de malo sería arrogante, pero creo que, si este modelo ha fallado, hay que buscar otro, porque hay manifestaciones artísticas que no van a producir dinero y tienen que existir porque la gente debe tener esa vía de entretenimiento y conocimiento",.

Casal admite que "razones para el pesimismo hay muchísimas y para el optimismo pocas", pero hace un llamamiento a no hundirse a las primeras de cambio.

"Ante las dificultades es cuando hay que dar el do de pecho y en ese sentido no es que vea todo el tiempo el vaso medio lleno, pero cuando lo veo medio vacío me miro al espejo y me digo: '¡Atención!'. Las cosas siempre pueden ir a peor, pero también a mejor", concluyó.

cmd

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