El amor lo toman con calma

CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Pese a estar completamente enamorados, Matías Novoa y María Fernanda Yepes prefieren llevar paso a paso su relación de cinco meses.

Matías Novoa

—¿Feliz de haberte convertido en todo un marino de la Armada de México?

—Claro que sí. Es la primera serie que se hace de ese tipo en Azteca. Está abriendo puertas. Es un gran paso que la televisora está dando y para nosotros los actores participar en un proyecto de esta envergadura es fenomenal.

Sé que son 24 capítulos, se están viendo los primeros y los comentarios son muy positivos…

Ya estábamos esperando a que saliera al aire. Imagínate, después de nueve meses de filmación, pero había un trabajo detrás, de edición, pues se hizo en calidad de cine, requería su tiempo y ahora viendo en la respuesta de la gente, estamos felices y satisfechos con el trabajo que hicimos.

—¿La segunda temporada ya es oficial?

—Pues yo creo y quiero creer (risas) que pronto les estaremos dando la noticia de la siguiente temporada.

—Sin duda, una gran oportunidad la que Azteca te dio...

—Este es mi segundo protagónico. El primero fue en la telenovela Bajo el alma, justo fue ese proyecto con el que me ligué a La Teniente, es decir los dos protagónicos al hilo. Me iba ir de vacaciones,  pero hice el casting y me duró cuatro días mi descanso. Lo agradezco infinitamente.

—¿Cómo fue la convivencia con la Armada de México?

—Fenomenal. Pudimos convivir dos semanas con ellos, nos dieron unas clases intensivas de armas, de cómo se relacionan, su jerga, las actitudes de la vida humana. Cada personaje tiene una vida, no son máquinas, tienen a su familia detrás que eso, es el lado humano que queremos reflejar. Hay escenas dramáticas que mucha gente se va a sentir identificada con eso. Nos dimos cuenta que sí son rígidos pero de buen corazón.

—¿Qué tal interpretar al teniente Nicolás Alejo?

—Descubrir a Alejo fue muy lindo. La sicología del personaje es fuerte. Es un tipo muy solo, muy frío, lleva una vida muy triste, es demasiado arrogante y ¿de dónde sacas eso? Porque yo en la vida diaria soy aliviando aunque un tanto solitario, muy en mi onda, no me gusta mucho el ruido, me aparto un poco y quizás de ahí me basé. Pero ya cuando llevaba seis meses grabando, ya me sentía muy Alejo, salía del set con el ceño fruncido, la cara dura, súper amargado. Alejo va a tener una transformación radical en la serie. Si antes era un tipo hermético después va a ser peor, muy llevado a sus ideas, muy soberbio, quizás diez veces más pero se va a alivianar un poco cuando conozca más a La Teniente.

—¿A ti también te doblega el amor?

—…(risas) Seguro. El amor va a estar siempre y en todos lados.

—Y estuvo en las grabaciones...

—Sí, el amor creo que llegó a su debido tiempo. Los tiempos son perfectos en sentido que uno no lo busca, nada más llega y lo aceptas. De aquí para adelante estoy viviendo el día a día, entrego por completo mi corazón; ya el día de mañana quien sabe lo que pueda pasar. Creo que he tenido bastantes enseñanzas en cosas amorosas. Cuando llegué a México hace seis años, llegué casado, me separé, volví a tener una pareja que es la mamá de mi hijo (la actriz María José Magan) y me volví a separar; entonces, sí me pasa por la mente en sí creo o no en el amor, pues me ha dado bofetadas y digo ¿qué onda?, ¿voy a hacer feliz o no?, pero en el fondo sé que es aprendizaje.

—¿Ves a María Fernanda para toda la vida?

—No sé. A mí me encantaría pero la verdad es que no tengo ni idea. No es tan bueno proyectarse, pero... con el tiempo se te derrumba tu mundo de fantasía. Mis dos primeras relaciones así fueron, me casé con ilusión, tuve a mi primer hijo con otra ilusión, pero esa ilusión no duro para siempre. Mi mundo de colores se derrumbó. Hoy por hoy estoy aterrizado, viviendo el día a día, construyo mi relación a diario, trato de tener mucha comunicación con ella

—Pese a todo ¿no se pierde la esperanza de volverte a casar y seguir incrementando la familia?

—Por supuesto que no. Yo soy muy impulsivo, soy de tomar decisiones rápidas y sí debo controlar un poco más eso. Ya viví dos situaciones y en donde sé que las cosas se tienen que llevar con calma

—¿Cuánto llevas saliendo con María Fernanda?

—Poco más de cuatro meses. Por ahora estoy contento, sin tantas proyecciones, nos estamos disfrutando el uno al otro

—¿Ya viven juntos?

—No. Todo a su debido tiempo (risas). Cada uno con su espacio, las cosas muchas veces son lentas pero seguras.

—María Fernanda es colombiana y sabes que de un momento a otro le podría salir un proyecto en su país, ¿te irías con ella?

—No sé. Yo vivo aquí en México, tengo a mi hijo Axel aquí y sí tendría que pensar muy bien eso. Tendría que analizar en dónde y cómo estoy parado ahora y cómo va nuestra relación. Y si es así, yo no podría desligarme de aquí: acá está mi carrera, estoy a punto de nacionalizarme mexicano.

—¿Qué tal la convivencia de Axel con María Fernanda?

—Extraordinaria. Mi hijo es hermoso y la verdad cuando Fer lo vio se enamoró de él. No se ven mucho, también prefiero tener yo mi espacio con él y ya cuando tenga que ser, convivirán más.

 María Fernanda Yepes

Para mí es un honor que siendo una actriz extranjera interprete el de una mujer mexicana y más en un pelotón de fuerzas armadas. Es muy importante este proyecto porque nunca había trabajado fuera de Colombia, así es que La Teniente significa mucho para mí porque estoy trabajando directamente para el mercado mexicano pues con varias series colombianas me di a conocer, tal fue el caso de El Cartel de los Sapos y Rosario Tijeras entre otras.

—Ahora que poco a poco estás conquistando el territorio mexicano, ¿piensas quedarte en nuestro país?

—Definitivamente. Mis planes son quedarme un año más, por ahora. Tengo planeado hacer un proyecto más con Azteca. Quiero seguir explorando por acá en cine, si se presenta la oportunidad de hacer algo de teatro, aunque no descarto volver a Colombia, obvio lo voy a hacer, es mi casa, son mis raíces pero sí me quedaré un tiempo por acá.

México me gusta, me agrada su comida, su gente y me encanta vivir aquí.

—¿Buscabas ya la oportunidad de venir a México?

—De alguna manera ya lo tenía en mente, algo visualizado pero tampoco quería llegar en ceros. Sí quería pisar este hermoso país ya con un proyecto y llegó. Todo fue una casualidad de la vida porque yo en ese momento tenía una bonita relación con un actor mexicano (Arap Bethke). Él vivió en Colombia un tiempo, teníamos un noviazgo de muchos años y él ya tenía la decisión de volver a su país, ya le habían hecho una propuesta de trabajo, y el universo conspiró para que los dos nos viniéramos a México y él fue el empujoncito para que tomara la decisión de emigrar aquí.

—¿Fue fácil tomar esa decisión?

—Para nada pues yo estaba en mi momento. Acababa de hacer Rosario Tijeras en Colombia, como se dice estaba en mi cuarto de hora, me estaban saliendo muy buenas propuestas de trabajo y abandonar mi zona de confort fue complicado. Definitivamente siento que sí me la jugué. Con La Teniente llevábamos mucho tiempo planeándola, grabándola y esperar a que se estrenara me llevó cerca de dos años, fue un proceso de mucha espera.

Durante esa espera viajé a mi país y estuve a nada de aceptar otro proyecto por allá y abandonar el sueño de acá, pero me contuve y ahora no me arrepiento.

—¿Dónde naciste?

—Yo nací en una ciudad muy bonita que se llama Medellín (risas). Fui modelo mucho tiempo, y al mismo tiempo lo alternaba con mi carrera de periodismo. Es la cosa más loca del mundo esto que estoy haciendo, pues nunca me imaginé ser actriz, o sea yo veía a los actores y tenía un respeto muy fuerte hacia ellos y siempre pensé que era muy difícil hacer lo mismo, Hasta que un buen día me cansé de ser modelo y comencé a hacer casting de mi profesión pero me salían puros de actuación, así es que comencé a tomar talleres de actuación y así empezó el rollo.

—¿Nunca ejerciste el periodismo?

—No pude. Aunque alguna vez hice un programa por seis meses de deportes extremos. Se trataba de viajar por Sudamérica. Era una onda reality y surfeábamos, nos aventábamos de paracaídas, había pruebas que lograba ser y otra no, pero de ahí en fuera nada más.

—¿Y qué pasó con la actuación?

—Me fui dos años a vivir a Barcelona a estudiar teatro y cuando regresé ya me urgía trabajar. Todos mis ahorros se habían ido en España. Llego a Bogotá e hice un casting para Sin tetas no hay paraíso, no me quedé pero me fue muy bien. Después hice Pura sangre, hice Sin senos no hay Paraíso en Telemundo y Rosario Tijeras, entre otras.

—Todos los personajes coinciden que son de una enorme fortaleza, digamos que hasta un tanto rudos, ¿tú eres así en la vida real?

—Soy muy aventada. A mí casi no me da miedo nada. Tengo una personalidad muy fuerte y creo que yo he ido escogiendo los personajes así. Además soy demasiado hiperactiva, todo el tiempo estoy moviéndome, no me puedo quedar en paz. Pero hay cosas profundas que sí me dan miedo.

—¿Cómo cuales?

—El quedarme sola quizás. Que pasen los años de mi vida y si no me caso, y si no tengo hijos me preocupa. Quién me va a cuidar de viejita.

—Pero ahorita no estás nada sola, estás muy bien acompañada…

—…(risas) La verdad sí. Fue muy loco porque yo llegué a México muy ilusionada con una pareja anterior, no sé, de hacer vida aquí con él y por cosas de la vida la relación se fue al suelo, nos separamos y de verdad que fueron meses duros de grabación, esos días los pasé entre trabajando y llorando, superando esa pérdida y de la nada las cosas terminaron surgiendo con Matías, con decirte que hasta nos caíamos mal.

—¿Encontraste en Matías el apoyo que necesitabas?

—Definitivamente. Hubo una química muy bonita a raíz de que nos empezábamos a hacer amigos; no sé, quizás él vio la soledad que vivía aquí en México y nada, meses después, pasó (risas).

Nos estamos conociendo, no me quisiera adelantar a tener hijos. Yo vivo el presente y creo que él también, compartimos un éxito y una felicidad que es La Teniente.

hch