Arturo Xicoténcatl

Arturo Xicoténcatl
El espejo de tinta

Degradación

07 de Julio de 2020

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Por un puñado de dólares, personas sin preparación alpina pueden convertir el instante del éxtasis en la cumbre del Everest en la eternidad de un logro personal que, en realidad, contó con la asistencia de un grupo de sherpas, guías, miembros de las agencias de turismo deportivo. Año tras año, la masificación de seudoalpinistas que pone en su mira la cima del Chomolungma o Sagarmatha eleva el riesgo mortal. Hay montañistas que, descarnadamente, apuntan: estas personas, al darse cuenta de que carecen de capacidad para ser atletas, nadadores, ciclistas, perciben la facilidad de caminar en la montaña y allá se dirigen sin la debida preparación, técnica o experiencia. Los accidentes se disparan.

En el 2019, más de 800 personas hollaron la cumbre del Everest, de las cuales 234 lo hicieron el 22 de mayo —la cola fue fotografiada por Nirmal Purja y le dio la vuelta al mundo—, en ese mes, del 26 al 27, se registraron 11 muertes, la mayoría en la zona de la muerte, arriba de los 7,500 m de altura, donde la falta de oxígeno, la fatiga y las bajas temperaturas deterioran el cuerpo y, en la mente, disminuyen la capacidad de decisión y el sentido del peligro.

La masificación de seudomontañistas y la comercialización que han hecho del himalayismo un gran negocio; las agencias descubrieron en la vanidad una mina de oro y, cambiado incluso la ética, degradan el sentido del montañismo. La masificación produce, además, otro enfoque: que cientos de personas lleguen a la cima de alguna montaña de más de ocho mil metros genera la falsa idea de que escalar el Everest es una tarea fácil. Hay sucesos que han distorsionado algunos aspectos del montañismo: los accidentes, ante el juicio de personas desconocedoras, en posiciones acusadoras y de recriminación para los sobrevivientes; los tramposos que afirman hacer cumbre cuando, en realidad, al perder energía y valor, se escondieron cerca de ella; y personas de poco prestigio moral que estafan a diversas compañías con proyectos de cumbre, cuando en realidad viajan al Himalaya para practicar, esencialmente, trekking, con máscaras de alpinistas.

La pureza del alpinismo gradualmente ha entrado en fase de degradación, descomposición, física, técnica y moral. La insensibilidad de 40 personas que en el 2006 dejaron morir al inglés David Sharp motivó que Sir Edmund Hillary, el primer hombre en conquistar el Everest, acompañado del sherpa Tenzing Norgay, expresara en su oportunidad algo obvio, pero que la estupidez humana no entiende: “Las vidas humanas son más importantes que las cumbres de las montañas”.

Las agencias de montañismo-turismo debieran ser exigidas por los gobiernos de Nepal y China con el cumplimiento de requisitos básicos o el testimonio de una temporalidad y actividad adecuada en el montañismo.

 

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