El torneo es azul

Ni Juan Reynoso ni el más optimista de los fanáticos de Cruz Azul hubieran imaginado un torneo como el que están teniendo.

En las dos primeras fechas el equipo se veía mal y perdía y, a partir de la fecha tres, jugando espantoso, sacaron un triunfo en Pachuca, que fue el principio de lo que hoy estamos viviendo.

Ganar dos o tres partidos en cualquier campeonato del mundo es muy complicado, ganar nueve de forma consecutiva es increíble. Y lo han hecho superando a sus rivales.

Llegó a la presidencia Álvaro Dávila y le dio rumbo a un equipo que estaba perdido y con el ánimo por los suelos. Álvaro conoce muy bien el futbol mexicano y ha sabido darle tranquilidad a un plantel que necesitaba de confianza para volver a jugar bien al futbol. Cruz Azul tiene una plantilla rica, un equipo con jugadores de calidad en todas las líneas y lo está demostrando siendo el mejor hasta el momento.

Humildad es la palabra clave en estos momentos, seguir trabajando de la misma forma, aunque pienso yo que todavía pueden dar más y elevar un nivel de competencia que los lleve a ubicarse en la fase final con reales posibilidades. Todo lo bueno y espectacular que están haciendo quedará como una simple anécdota si en la liguilla no se imponen a sus rivales y buscan el título del futbol mexicano.

La racha histórica de la institución es de 10 triunfos consecutivos, con lo cual lo estarán el próximo fin de semana, son números que realmente llaman la atención. Cuando tienen que atacar lo hacen bien, pero defensivamente el equipo, que es manejado por un hombre que fue un gran defensa, ha mejorado muchísimo. Atrás, Cruz Azul se ha vuelto el equipo más sólido del torneo y eso que no llegaron refuerzos.

No quiero decir que parece ser este el año bueno, porque luego vienen las desgracias y recordemos que el fatalismo siempre está del lado de Cruz Azul, pero nadie podrá negar que están haciendo un trabajo ejemplar y que ha sorprendido a propios y extraños. Ni en el interior de la cooperativa esperaban una temporada como la que están teniendo.

Falta poco para la liguilla, quedó en el olvido el trauma del cierre del año pasado, la salida de Siboldi y las pésimas declaraciones de los directivos, que se han escondido y le han hecho un gran favor al equipo. Hoy todo está claro y cada quien sabe cuáles son sus funciones, es momento de preparar la fase final y buscar el ansiado título de liga después de 23 años de ayuno.

Cruz Azul tiene todo para ser campeón, a menos de que la cruzazuleen otra vez.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.