Pablo Larios, el ídolo de Zacatepec

Desde temprana edad, demostró sus habilidades bajo los tres postes que lo catapultaron a la Selección Mexicana

(Mexsport)
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CIUDAD DE MÉXICO.

Pablo Larios Iwasaki, uno de los guardametas mexicanos más destacados reconocido en los años 80 y 90, nació en Zacatepec, Morelos, el 31 de julio de 1960. Dejó profunda huella en el balompié nacional con equipos como Cruz Azul, Puebla, Toros Neza y la Selección Mexicana que disputó la Copa del Mundo de 1986.

Larios debutó en el máximo circuito el 20 de septiembre de 1980 con los Cañeros de Zacatepec de la Segunda División, tres años después, en 1983, fue convocado a la Selección Nacional con la que alcanzó los cuartos de final del Mundial de México en 1986.

Pablo Larios se ganó la confianza del estratega Bora Milutinovic para defender la cabaña Tricolor por encima de experimentados guardametas como Olaf Heredia e Ignacio Rodríguez.

Poco tiempo después fue contratado por Cruz Azul donde obtuvo dos subcampeonatos de Liga, uno en 1987 y otro en 1989.

Luego de tres años con los cementeros, Larios emigró al Puebla para la temporada 89-90 donde se coronó campeón de la Primera División, y a mediados del mismo año se integró a Toros Neza donde quedaría subcampeón en el verano 97

Fue con Neza donde pondría fin a su carrera futbolística y se despediría de las canchas en 1998.

El guardameta se caracterizó por su estilo peculiar y arriesgado de jugar el balón fuera del área grande, y por su habilidad en el juego aéreo para descolgar balones por alto

 

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