Sebastián Luri

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El futbol y sus alrededores

Tigres compitió como pudo

17 de Febrero de 2021

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El duelo ante el Bayern enfrentaba a Tigres con dos grandes dificultades. Una primera, de imposible solución, relacionada con la diferencia de calidad técnica entre uno y otro plantel, y una segunda, vinculada con el funcionamiento colectivo, que obligaba a Ricardo Ferretti a encontrar soluciones a diversos acertijos tácticos que le planteaba la superioridad de los de Baviera.

Los que conocen al Tuca saben que sus equipos tienen como piedra angular de su filosofía manejar la pelota. Los conjuntos de Ferretti, acusados de falta de verticalidad (como si la misma sin contextualizar fuese una virtud per se), en la Liga MX intentan imponerse a través de posesiones de balón por encima del 56 por ciento. En este caso, dadas las características del rival, estaba claro que tenían muy pocas chances de dominar al Bayern por este medio, lo que planteaba una primera gran dificultad de funcionamiento conjunto: ¿cómo imponer condiciones ante un rival con mayor riqueza técnica sin poder utilizar como herramienta lo que mejor sabes hacer?

A partir de allí, al equipo mexicano se le presentaron dos dilemas: dónde defender y cómo atacar. Tigres debía definir dónde recuperar el balón, algo que no sólo determina la fase defensiva, sino que también condiciona cómo ofender a tu rival.

Ferretti optó por imponer un bloque medio-bajo que tuvo como resultado un aceptable rendimiento defensivo, pero que, como contraparte, no logró inquietar la portería de Neuer. ¿Por qué fue inoperante ofensivamente? Sencillamente porque no tiene la costumbre ni los automatismos para generar opciones de gol sin una previa posesión y tampoco los jugadores indicados para atacar los espacios. 

Imaginémonos que la estrategia hubiese sido presionar la salida. Si ésta hubiera sido la elección, se hubiesen combinado dos variables que habrían sido fatales para Tigres; un equipo que no sabe achicar espacios para adelante (mal endémico de la Liga MX), contra otro que participa de un torneo donde el rasgo más característico de las ofensivas es la eficacia letal en transiciones rápidas. Cuando Pep en Alemania innovó con la interiorización de los laterales, además de buscar superioridades en la mitad de cancha para jugar, lo hizo para contrarrestar, poblando la medular, las frenéticas transiciones que se dan tras pérdida en la Bundesliga que eran su pesadilla.

El trámite de la final reflejó fielmente la diferencia entre uno y otro equipo. Tigres hizo lo que pudo ante un rival infinitamente superior.

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