Messi, culpable

Unas horas antes de que Messi convirtiera su gol número 21 en tiros libres en las últimas cinco temporadas (lo secunda Aleksandar Kolarov, del Inter, con ocho aciertos), el periódico El Mundo publicó su contrato. Sin dudas, una bomba mediática que brindó mucha repercusión internacional al diario madrileño. Sin demeritar el impacto periodístico, vale opinar que, por más ruido que haya generado, tampoco es un hallazgo digno de un Pulitzer. Este tipo de noticias generalmente no son fruto de una gran investigación, sino de un carpetazo de algún despechado o interesado por la situación.

Independientemente del morbo que genera en una sociedad como la española una cifra exorbitante como la de 555,237,619 millones de euros, la aparición misteriosa del contrato ofrece múltiples lecturas. La forma tendenciosa en que se plantea la noticia no sólo posiciona a Messi como el deportista mejor pagado de la historia, sino como el único gran futbolista presumiblemente responsable del quebranto de su propio club. Es delirante considerar que los problemas económicos de las instituciones los generen los jugadores y no los malos gestores o dirigentes. 

¿Se merece Messi ese contrato? Siendo un hecho que las cifras que maneja el deporte (ingresos y gastos) son obscenas, comparadas con las de otras actividades (no tendrá Leo la culpa de ello), el monto habría que contextualizarlo. Si el total a desembolsar por los traspasos y contratos de Coutinho, Dembélé y Griezmann se estima que supera los mil millones de euros: ¿Es mucho o poco lo del 10? Si además consideramos que el argentino llegó al club catalán por coste 0: ¿cuánto habría salido comprarlo en el mercado?

El importe del contrato del jugador es muy fácil de tangibilizar, pero lo generado por Messi al club es incalculable. Desde su aparición en primera división en 2004, el Barcelona levantó 34 títulos que le posibilitaron alcanzar una nueva dimensión global. ¿Cómo se estima cuánto hubiese sido el monto recaudado en concepto de patrocinios sin estos logros donde la presencia del rosarino fue determinante? 

Descartando a Messi y Bartomeu, que son las partes perjudicadas, cabe preguntarse quién pudo beneficiarse de la filtración. Apuntar a Florentino o al Real Madrid es una soberana estupidez. Indudablemente, el conocimiento público de estos números pueden ayudar a quien sea nuevo presidente del Barça (se elige en marzo) a amortiguar el costo político en caso de no lograr la renovación de Leo.

¿No irán por ahí los tiros?

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