Renuncia

• Supongo que lo primero que sucederá cuando los seleccionados nacionales de futbol regresen del

Mundial a sus respectivos equipos, es que el actual presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, tendrá que presentar su renuncia en el escritorio de todos los propietarios del balompié

nacional, pues es indiscutiblemente el gran responsable del rotundo fracaso que hasta ahora ha

vivido el representativo nacional en Qatar 2022.

A menos que un milagro guadalupano suceda, es muy probable que regresemos a lo acontecido en 1978 en Argentina, cuando los nuestros regresaron con las maletas llenas de goles y fracasos.Espero que se presente ese milagro, que siempre, desde 1994 en el Mundial de los Estados Unidos, ha acompañado al TRI en el partido decisivo, en ese entonces, fue aquel golazo de Marcelino Bernal al equipo italiano, nada menos que a uno de los grandes favoritos, que llegó hasta la final, con jugadores de la talla de los Baggio, Maldini, Albertini, entre otros magníficos integrantes.

El lleno en el estadio Robert F. Kennedy de Washington, D.C. era imponente, curiosamente la intuición de los mexicanos, muchos de ellos viviendo en ese país, hicieron una entrada inolvidable, quizá la primera ocasión que jugaban de locales fuera de nuestro país en un Mundial.

Es evidente que hay un retroceso a lo que se había logrado en los mundiales desde los años noventa, incluso en el de Francia 98, en el que se logró un empate contra la otrora Holanda en el último partido de la primera ronda.

Antes del minuto veinte, los nuestros ya perdían 0-2, estábamos prácticamente eliminados, sin embargo, Ricardo Peláez, que ingresó de cambio, lograba acercarnos, y más adelante Luis Hernández empataba el partido, para lograr avanzar a la siguiente ronda, una vez más se presentaba el milagro del tercer partido.

La gestión de De Luisa es responsable de una de las peores rachas de los representativos nacionales, no sólo en torno a la selección mayor, sino que los resultados adversos se han presentado en las selecciones menores, sumando a diestra y siniestra una infausta cadena de fracasos.

Nunca se ha vivido lo actual, se había logrado un importante crecimiento en las selecciones menores, incluso con la consecución de dos títulos mundiales sub 17, mientras que ahora lo negativo es la constante.

Espero que los propietarios del futbol nacional lo llamen a cuentas, si acaso no tiene la dignidad de presentar su renuncia con carácter de irrevocable. No existe otro camino, sencillamente es, como diría Lapuente, un fracasototote…Es evidente que hay un retroceso a lo que se había logrado en los mundiales desde los años noventa.

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