Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

O Rei

06 de Diciembre de 2022

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Innumerables recuerdos tengo del gran Edson Arantes do Nascimento, Pelé, en particular los de mi infancia, durante el mundial México 70, con apenas ocho años, ya podía entender la grandeza de un verdadero ídolo del futbol a nivel internacional. México se volcó a apoyar a aquella maravillosa selección brasileña que tenía como su gran figura a Pelé; recuerdo, como si lo estuviera viendo, al gran O Rei festejando sus goles, con su tradicional salto, así como una serie de anuncios de televisión en los que promovía varios productos, toda una innovación en aquellos años, nada más hace cincuenta y dos.

Pelé actuaba en varios anuncios, pero el que más recuerdo era el de la famosa peteca, una especia de dardo con peso de un pequeño saco relleno de arena, con unas plumas, lo que permitía lanzarlo o dominarlo cual pelota. Entendí también que el jugador más grande de ese tiempo, y quizá de la historia, hablaba con un acento diferente, pues su idioma era el portugués. Pelé conquistó a la afición mexicana que lo idolatró, o quizá debo decir, lo idolatrábamos. Cuando jugábamos cascaritas, todos queríamos ser Pelé.

Desafortunadamente en estos días, la salud del gran Edson está muy deteriorada, incluso han existido noticias de su fallecimiento, fake news, afortunadamente. El gran astro brasileño ha sido el artífice del crecimiento del balompié a nivel mundial, pues ha sido la figura internacional que en el inicio de la televisión y de las transmisiones a todo el planeta vía satélite, ha sido un estandarte, un líder, un gran impulsor del crecimiento del futbol por todo el globo terráqueo.

El equipo brasileño tuvo el gran detalle de sacar previo al partido contra Corea del Sur una manta homenajeando al gran Rey del futbol, quien, para desmentir los muy desafortunados rumores de su fallecimiento, publicaba en sus redes sociales un mensaje de motivación para la selección de su país.

El partido de la verdeamarela ante los sudcoreanos no pudo ser mejor, surgió la magia, los goles, las pinceladas de belleza, el famoso jogo bonito, el juego hermoso, ése que no se sujeta a esquemas, por lo general, muy defensivos, que privilegian el orden, mucho más que la brillantez del desparpajo, la improvisación, la creación de jugadas espectaculares, eso es y ha sido Brasil en el futbol.

Por mucho tiempo se habían alejado de su esencia, pero para fortuna del balompié, regresan a su característico y armonioso ritmo de samba en la cancha. Nada sería mejor homenaje para Pelé, que un título mundial, y después de ver el crecimiento que ha tenido su selección a lo largo del mundial, es muy posible.

Lo sabremos en menos de dos semanas.

Gracias, O Rei

 

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