Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

¡Bravo, Chivas!

06 de Noviembre de 2020

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Se necesita de mucho valor para tomar una decisión como lo hizo el Guadalajara, como se le decía antes a las Chivas, pues es evidente que habrá una merma en el resultado deportivo. Sin embargo, habrá también un vínculo de mayor importancia y solidez con sus seguidores, que por cierto son millones dentro y fuera de nuestro país.

Tengo la fortuna de conocer a Ricardo Peláez, más allá de la relación lógica entre un protagonista del futbol en sus distintas facetas y un periodista, pues por circunstancias de la vida hemos tenido la oportunidad de conocernos estrechamente, y sé que es un hombre de principios y valores, cuestión que, por una u otra razón, no había logrado imbuir en los jugadores del equipo que dirige. Constantemente se sabía de actos de indisciplina, incluso algunos de ellos se han hecho públicos por los propios jugadores en sus redes sociales. Inaudito.

El tema, a pesar de los esfuerzos de la directiva de hacerles saber a los propios jugadores que lo más importante para hacer funcionar a un equipo es la disciplina, además del trabajo, la motivación y demás factores imprescindibles en el éxito, no funcionaba. Sencillamente, los actos de indisciplina seguían siendo una molestia constante, llegando incluso a temas de acusaciones ante la ley.

La tarde del miércoles a través de sus medios electrónicos y digitales, el propio Amaury Vergara hacía mención de que su padre (Jorge Vergara) adquirió a las Chivas para ser una inspiración para la juventud, y que no se toleraría ningún acto de indisciplina y menos aún de agresiones contra la mujer, apelando a los valores y la tradición. Son hechos que no tienen cabida en un equipo que pretende seguir siendo grande.

Por su parte, Peláez mencionó que ganar no se circunscribe a la cancha, que el tema debe ser integral. Un comportamiento dentro y fuera de ella debe ser apegado a los valores, pues es en ellos donde se sustenta el futuro del equipo, no sólo en el futbol. Ricardo es un hombre probo, honesto, recto, y finalmente parece que, ante grandes problemas, aplica los grandes remedios, que estoy seguro, en el largo plazo serán de mucho beneficio para el equipo rojiblanco.

Lo lamento por los jugadores, que en la mayor parte de las ocasiones carecen de formación, educación, valores, y mucho apoyo, para lograr en tan poco tiempo digerir tantos reflectores, dinero, adulación y zalamería, para no despegar los pies del suelo. Lamentablemente, se pierden dejando de lado lo fundamental.

Señores Amaury Vergara y Ricardo Peláez, mis respetos, estoy seguro que en el largo plazo es una decisión muy atinada, dolorosa, pero necesaria.

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