Racha negativa

• Dallas nunca había pasado tanto tiempo sin coronarse en la NFL.

Una nueva temporada, y una nueva decepción. Como ha sucedido desde hace casi 30 años, los Vaqueros de Dallas se quedaron lejos de volver a levantar el trofeo Vince Lombardi. Con la derrota ante Green Bay, se queda con las manos vacías, dejando a su propietario, coaches, jugadores y aficionados, preguntándose por lo que ocurrió.

El fallido intento por regresar a los años de gloria (aquellos que sentaron las bases para que hoy, a pesar de no haber ganado ni siquiera el Campeonato de la Conferencia Nacional desde 1995, mantenga su popularidad, y sea la franquicia de mayor valor en el planeta) se suma a una larga lista de sinsabores acumulados con el paso de las décadas. Nunca en su ilustre historia, Dallas había pasado tanto tiempo sin coronarse en la NFL, ni siquiera en los primeros años cuando entraron a la liga en 1960, ya que, para 1971, Tom Landry había guiado al equipo al primero de cinco Súper Tazones de la franquicia; y aunque tras el segundo campeonato en 1977 vinieron campañas complicadas, en 1992 ganó el primer título de tres que lograron en los años 90. Desde entonces, no ha ganado más de un partido de playoff en la misma temporada.

Este año, las expectativas eran altas, y tras ganar la división por segunda ocasión en tres años, y asegurar la ronda de comodines en su casa, en la que había ganado 16 juegos consecutivos, la ilusión creció. Aunque, siendo sinceros, todo era un espejismo. Desde hace varias semanas comenté que no les veía pasta de campeón, y la desastrosa actuación ante los Empacadores lo confirmó.

Las decisiones tomadas por Jerry Jones desde hace años no han sido conducentes a producir un equipo que pueda ganar el campeonato. No pretendo decir que todo lo que ha hecho ha sido malo. El trabajo en el Draft ha sido bueno, pero cuando se trata de dar contratos a los veteranos, y especialmente cuando se trata de contratar al coach, las elecciones regularmente no han sido las mejores.

Como ha sido el caso con Mike McCarthy, quien en cuatro años ha ganado sólo un partido de postemporada, y que en las dos ocasiones que ha jugado en casa en la fase de comodines ha perdido, mostrando una imagen muy mala. El equipo no se ha visto preparado para enfrentar esos compromisos, jugando sin la intensidad, disciplina y concentración necesarias para tales ocasiones.

Parece que el momento de un cambio ha llegado y de buscar al entrenador que pueda sacarles todo el jugo a los jugadores, y que instaure una cultura ganadora. Jones tendría que dejar atrás su costumbre de elegir coaches dispuestos a aceptar cualquier decisión del propietario. En caso de mantenerse firme en su forma de pensar, la racha sin campeonatos seguramente se extenderá.

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