Juan Carlos Veraza

Juan Carlos Veraza
El deporte por nota

No es de sorprender

24 de Noviembre de 2020

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La liguilla está lista, los ocho contendientes ya conocen a su rival; el miércoles comenzarán las hostilidades con los primeros partidos de ida en los cuartos de final. Mientras eso ocurre y llegamos a conocer al nuevo campeón de la Liga MX, el plantel más caro de nuestro futbol se encuentra de vacaciones, tras sumar un sonoro fracaso y dejar vacante su trono. Monterrey no pudo con el objetivo mínimo indispensable que un club de su jerarquía debe cumplir en el campeonato, meterse a la fase final.

Aunque es cierto que los Rayados llevan años de ser protagonistas importantes (llevaban tres liguillas seguidas llegando a semifinales y ganaron el título hace un año), además de ser los actuales campeones de Copa MX y de representar a la Concacaf en el Mundial de Clubes pasado, es imperdonable que un plantel tan profundo y que cuesta tanto dinero esté por ver los cuartos de final en la televisión.

Lo sucedido al Monterrey no es obra de la casualidad, de una mala noche: es producto de un funcionamiento que ha estado lejos del ideal desde hace tiempo, y ni los trofeos pueden borrar lo que ha salido mal durante este periodo.

Lo sucedido en la repesca es parte de una tendencia que inició con la mediocre fase regular en el Apertura 2019, y siguió el torneo que quedó truncado por la pandemia, que era un desastre, iba último de la tabla con cinco puntos de 30 disputados; eso quiere decir que en los dos torneos previos los Rayados obtuvieron 32 puntos de 84. Razón por la que el triunfo en Copa borró ligeramente el sabor amargo de lo ocurrido de enero a mayo de este año; pero ahora, a pocas semanas de derrotar a Tijuana en esa final, llega un nuevo fracaso para seguir con la irregularidad reciente. Durante las 17 fechas del Guard1anes 2020, Monterrey no estuvo a la altura de su presupuesto y de las expectativas. Siguió con la tendencia de ser un equipo mediocre en fase regular; con poco más del cincuenta por ciento de los puntos obtenidos.

Con esto último no pretendo quitarle mérito a lo que consiguió en 2019 y 2020, nadie le regaló nada, en la cancha ganó partidos, con los que agregó importantes trofeos a su vitrina, y con ellos tranquilizó a una sedienta afición desesperada por grandes triunfos y harta de ver al rival de la ciudad quedarse con la gloria. Tras nueve años, ganaron la Liga, y también levantaron la Copa, y ganaron la Concachampions.

Obviamente, no todo ha sido un desastre, el club regio ha ganado títulos en el último año y medio, y eso claro que importa mucho; a lo que voy es que no debe ser una enorme sorpresa que haya sido eliminado el domingo; Rayados, lejos de ser un gran equipo en estos últimos 18 meses, ha sido uno muy inconsistente, capaz de pasar de lo sublime a lo ocurrido ante Puebla.

 

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