Legado

El lunes se cumplieron 56 años de la primera visita de los Yankees a la Ciudad de México, en aquella ocasión y como publicaba en su cuenta de X mi querido colega Héctor Linares, Ramón Arano fue la gran figura, el legendario pitcher se encargó de maniatar a los Bombarderos del Bronx, con todo y Mickey Mantle, víctima en dos ocasiones de los lanzamientos del nacido en Cosamaloapan; en total el famoso Tres Patines tuvo 11 ponches, guiando a los Diablos Rojos a una histórica victoria.

Han pasado más de cinco décadas desde aquel duelo, en el que la franquicia más ganadora del deporte en Norteamérica, y sin duda la de mayor reconocimiento y afición a nivel mundial en el beisbol. Durante estos años, la afición por los Mulos de Manhattan ha aumentado, sin importar que solamente han ganado siete de sus 27 títulos de Serie Mundial en el periodo transcurrido desde aquella visita a la capital de nuestro país.

La pasión que despierta la franquicia neoyorquina es impresionante, rebasando las fronteras de la famosa ciudad en la que han jugado, desde su fundación en 1903 como los Highlanders (fue hasta 1913 que cambiaron a su ya histórico nombre).

La cantidad de estrellas que han jugado para Nueva York es impresionante, varios de los mejores peloteros de la historia lo hicieron durante toda su carrera, históricos managers también dejaron su nombre grabado en letras doradas; ningún equipo se acerca a la cantidad de nombres que han sido inmortalizados en el Salón de la Fama, y claro, ninguno tampoco se acerca a la cantidad de campeonatos obtenidos por los Bombarderos, gracias a las proezas de Babe Ruth, Lou Gehrig, Yogi Berra, Billy Martin, Joe DiMaggio, Whitey Ford, Roger Maris, Mickey Mantle, Thurman Munson, Reggie Jackson, Derek Jeter, Bernie Williams, Andy Pettitte y Joe Torre, entre otros.

Desde pequeño tuve mucha cercanía con los Yankees, mi papá, un enorme apasionado al rey de los deportes, me platicaba acerca de sus héroes, me contaba sobre aquel equipo que ganó cinco Series Mundiales consecutivas de 1960 al 64. No faltaban detalles de su gran ídolo Mantle, quien, a pesar de su vida alocada, se convirtió en el heredero de las glorias de Joe DiMaggio. Me encantaba escucharlo a él y a mi querido tío Willie, que era otro loco de los Yankees, en aquellas reuniones en famila en las que aprendí mucho acerca del beisbol y especialmente de su franquicia más famosa. Imagino que lo mismo pasó con muchas personas, que, gracias a sus familiares y su afición por este hermoso deporte, conocieron detalles de su rica historia. Mi hermano menor y su servidor, a diferencia de mi hermano mayor, no nos convertimos en Yankees, pero es innegable el impacto que nos provocó conocer cómo lo que han hecho forjó un gran legado, que sirvió para transformar al beisbol en un deporte tan popular en tantos rincones del planeta.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.