Retazos

Los aspersores que pasan inadvertidos en las competencias de clavados sirven para romper la superficie del agua con el claro propósito de que el clavadista, en su salto, desde el trampolín o la plataforma, sitúe y relacione con exactitud, en su velocidad de caída, el punto de referencia, la distancia que lo separa de ella; de lo contrario, de no romper con el aspersor el espejo del agua, la vista de los saltadores tocaría el fondo de la fosa y confundirían la zona de contacto. Las referencias son esenciales. El 6 de mayo de 1954, el doctor Roger Bannister hizo la hazaña de romper el muro de los cuatro minutos en la milla en la pista Iffley Road, de la Universidad de Oxford. En aquella época, una idea, hasta cierto punto generalizada y no aceptada totalmente, era que el ser humano no tenía la capacidad de correr la distancia en menos de cuatro minutos; de manera semejante “no se creía” que un hombre pudiese correr los 100 m planos en menos de 10 segundos; el sprinter alemán Armin Hary lo conseguiría el 21 de junio de 1960 en la mágica pista de Letzigrund, en Zúrich.

La mayoría de esas ideas se desparramaban sin fundamento científico. En su ilustre carrera, Bannister contó con el auxilio de dos liebres o pacemakers: Chris Chataway y Chris Brasher; le sirvieron de referencia para dosificar y valorar su esfuerzo. Chataway señaló 1:58 en las dos primeras vueltas, luego, Brasher auxilió de guía a Bannister; éste lo adelantó en la última curva y cumplió el objetivo de correr en menos de cuatro minutos. Señaló 3:59.4. El récord de Bannister no duró más de 45 días, pues el australiano John Landy lo redujo a 3.57.9 en Turku.

Los 10 cm de la viga de equilibrio en gimnasia, la varilla en el salto de altura o el listón en la pértiga; la posición de los blocks de arranque, en línea curva extendida, en los 400 m planos o con vallas, son puntos de referencia en el atleta. Por lo general, los competidores más próximos a la elipse tienen ventaja sobre los que corren por el exterior. El carril 4 representa ventaja sobre el 5 porque el atleta tiene la referencia visual y objetivo de ver al que está colocado adelante. Poseer ventaja no garantiza la victoria. En la historia moderna del atletismo, la excepción la constituye el triunfo del sudafricano Wayde van Niekerk en el carril exterior. Cumplió la hazaña de batir el récord mundial en 43.03, sin ninguna referencia, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Algunas ideas flotan sin sostén científico. La temperatura afecta por igual a los atletas. Lo cierto es que cada persona posee un termostato muy singular y el calor, el frío o la humedad la afecta de diferentes formas.

Sifan Hassan puede correr y dominar en los 5,000 m desde la última posición, como lo hacía Mo Farah —concediendo relativa ventaja—, en función a la referencia y conocimiento de sus propias fuerzas y nivel de sus adversarias.

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