Por los 15 minutos

Sucesión no sólo de objetivos e ideas, sino del comparativo de la distancia y el tiempo. Y de la reducción del campo de lo imposible a lo posible. Los cronos de Katie Ledecky del 29 de octubre en las Copas Mundiales FINA de curso corto, pileta de 25 metros, en Toronto, en los 1,500 m nado libre en 15.08.24 y del 5 de noviembre, en Indianápolis, en los 800 m en 7.57.42, ambos récords mundiales, bañan de luz las perspectivas ¡ya tan cerca! de que una mujer rompa el Everest de los quince minutos en los 1,500 nado libre en alberca de 50 m que, aunque conectadas, son dos esferas diferentes. Sus registros son índices y las brazadas de Ledecky, de 25 años, reflejan el fuego espiritual que crepita en el corazón y la grandeza de contados héroes olímpicos. La tenacidad de años y años de admirable esfuerzo sin declinar un sólo día en la preparación, en la intensa preparación corporal y mental, para ir a sumergirse a la alberca y proyectar con extremada sencillez lo realmente difícil.

Los Juegos Olímpicos de París serán el escenario en que acaso se pueda presenciar, por vez primera, que un hombre nade los 1,500 m nado libre en una secuencia de quince cienes cada uno en menos de 58 segundos y rompa el 14.31.02 que el chino Sun Yang dejó como récord mundial y olímpico el 4 de agosto de 2012 en Londres. Otra de las grandes atracciones será ver al astro de la rapidez, el rumano David Popovici, quien en este 2022, a sus 17 años, batió la plusmarca mundial de 100 m nado libre en 46.86/100; tendrá 21 años en París y mayor poder físico para brindar un sensacional espectáculo. Uno de los acontecimientos más esperados será la lucha que Ledecky va a sostener contra la australiana Ariarne Titmus, de 22 años.

Tal vez coincidan en tres de cuatro pruebas: los 200, 400, 800 y 1,500 m nado libre. Ledecky ganó su primer oro olímpico en los 800 m, prueba en la que parece imbatible, en los JO de Londres 2012, a la edad de 15 años. Pulse: diez años en la cumbre y otros diez desde que aprendió a nadar. El arte de la preparación natatoria se convierte en obsesión y tenacidad e indeclinable pasión por la superación. Búsqueda incesante de la inalcanzable perfección. El duelo Ledecky-Timus va a levantar un torbellino de fuego en el agua parisina. En el otro riel corre de forma paralela la progresión del RM hacia la ruptura de los ocho y los 1,500, lo que, de alguna manera, significa impregnarse de inmortalidad deportiva. En la agonística, las extrapolaciones no son exactas. Transcurrieron cuatro años desde que Tim Shaw nadó en 15.20.91 (21-06-1972 en Long Beach) y Vladimir Sálnikov rompiera el muro de los 15 en 14.58.27 (22-07-1980). Ledecky posee desde el 2016 los RM de 1,500 - 15.20.48, el 16 de mayo en Indianápolis, y el de 800 - 8.04.79, el 12 de agosto en Río de Janeiro. Las fechas indican que destruir 20 segundos acuáticos son diferentes en hombres y mujeres. En la mente de Ledecky, sin duda alguna, está impreso el pensamiento de convertir en astillas el tiempo de ocho minutos.

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