FINA extirpa lo podrido

La corrupción, la violencia, la ignorancia, la pobreza, se han extendido en forma tan abrumadora que la gran mayoría de los mexicanos permanece indiferente a sus manifestaciones y consecuencias. Qué vergonzoso para el núcleo de la natación y del deporte que sea el máximo organismo internacional, la FINA, la que venga a extirpar el tumor putrefacto, hediondo, que lleva el nombre de Kiril Todorov. Esta semana lo desconoció de la titularidad de la Federación Mexicana de Natación. Qué vergonzoso que la suma de desaciertos, incompetencia, de este sujeto que se ha esmerado en llevar a la natación al abismo —Todorov es garantía de fracaso e incompetencia, lo señalamos en estas páginas hace más de siete años— sólo haya recibido la indiferencia de las altas autoridades deportivas del país. El deporte no forma parte de las prioridades de este gobierno. Qué vergüenza que un organismo internacional auxilie a México y trate de frenar un daño que tardará muchos años en ser restañado y no hayan sido las autoridades del país las que hubiesen buscado una solución y detener un grave problema que conocen de sobra.

Adelantemos: si este sujeto, que está vinculado a un proceso de delito de peculado, cuya decisión será pronunciada por un juez en marzo próximo, persistiera en sostenerse con la impasibilidad y silencio de las autoridades deportivas, entiéndase claramente, los nadadores mexicanos no podrán competir en ninguna competencia oficial internacional. Cuántas circunstancias entraron en conjunción para que, de manera gradual, se fuese descubriendo la ambición desmedida por lo material de Kiril Todorov: el autoritarismo, su incapacidad, su carácter tan débil, vanidoso y soberbio, lo que es sinónimo de mente estólida, no movió un dedo, acaso urdiendo idioteces ajenas al deporte cuando México recibió la sede del Mundial de Guadalajara 2017. Mincho, su padre, entrenador, metodólogo búlgaro, ayudó al engrandecimiento del deporte de Cuba; Kiril, su hijo, es la cara opuesta de la moneda, ha perdido su vida en echar paladas de excremento y basura moral al deporte acuático de México.

La FINA, el nuevo comité ejecutivo, lo estigmatiza en rápida acción a la denuncia de un puñado de técnicos y presidentes de asociación mexicanos.

El anterior presidente de la FINA, el uruguayo Julio Maglione, que llegó a ese puesto con la gran influencia del Comité Olímpico Mexicano, lo percibió entre azul y buenas noches.

En la carismática fachada de KT hay un irresponsable e incompetente. A final de cuentas, se despilfarraron 9.5 millones de dólares en los preparativos del Mundial de Guadalajara; falsificó listas de competidores al Mundial de Kazán; debido a él, México no compitió en el Festival Olímpico de 2014, al que asistieron 30 naciones; desconoció y suspendió a una gran mayoría de jueces, desconoció a asociaciones. circunstancias, miedo, cobardía.

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