Aprender a adaptarse

El impulso irresistible por la competencia seguramente existe mucho antes de que los griegos de la antigüedad dejaran el testimonio de los Juegos Olímpicos, Píticos, Istmicos, Nemeos, o se recibiese el legado de las sagas irlandesas, en los que se funde la leyenda e historia, y se cita a los Tailteann Games en el 829 a.C. Aquiles organizó un festival fúnebre en honor de Patroclo y Alejandro, conmemoró la muerte del filósofo hindú Calanos con un certamen musical, de gimnasia y de bebedores en los que el vencedor y 40 más fallecieron de congestión. Competir, por razones lúdicas, agonales, religiosas, sociales, mágicas, como una demostración de energía vital ante la muerte y la resurrección, se pierde en los pasajes más lejanos de la historia.

La competencia obedece a otros impulsos, a la ambición de dinero y poder. Este año se van a cumplir 500 años del primer viaje de circunnavegación que inicio el cruel y audaz Fernando de Magallanes y concluyó Juan Sebastián Elcano. Una hazaña acaso más extraordinaria que la llegada del hombre a la Luna. Cinco naves, cáscaras de nuez en la inmensidad de los océanos desconocidos, con 237 o 257 marineros salieron rumbo a Las Molucas, en busca de pimienta, canela, clavo, seda, almizcle, ámbar, perlas de Ceilán (en el siglo XVI, un gramo de pimienta en Europa costaba igual que la plata); regresaron 18 hombres desfallecientes en la desvencijada y emblemática Victoria. En la competencia entre España, Portugal y otras naciones, evidentemente el riesgo era de muerte. La estatua de Atlas Farnesio del siglo II a.C. revelaba la idea, intuida por Aristarco de Samos, de que la Tierra era redonda, un globo, pero era necesario demostrarlo.

Un 80% de japoneses se opone a la celebración de los JO de Tokio 2020 a inaugurarse el próximo 23 de julio, principalmente por razones crematísticas, más que por el riesgo de muerte a causa de covid-19 que preocupa tanto a todos, a japoneses, a organizadores, Comité Olímpico Internacional. La cancelación o postergación elevaría los 25 mil millones de dólares que se han destinado. Los JO no deben suspenderse. Japón, con 126 millones de habitantes —cifra semejante en población a la de México—, presenta ¡4,779 muertes! por covid.

Este sistema sanitario eficaz, admirable, se puede combinar con medidas extensivas a los 15 mil atletas que van a asistir. Alargarlos a tres semanas en lugar de dos; en grupos de 5,000 deportistas. Realizarlos sin público. Que cada quien asuma su papel y responsabilidad. Cada delegación, cada país, dé al atleta la facultad de decidir y cumplir, bajo su propio riesgo, todas las medidas sanitarias que les correspondan. Hay muchas actividades que encierran peligro mortal, montañismo, boxeo, artes marciales mixtas. Hay que aprender a adaptarse.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.