Hace ocho años

Esta semana se cumplen ocho años del máximo logro en la historia del futbol mexicano.

Ganar la medalla de oro en los Olímpicos de Londres es lo más grande que jamás hayamos logrado.

Y, curiosamente, todos los integrantes de aquel cuerpo técnico hoy no tienen trabajo. Ni Luis Fernando Tena ni Salvador Reyes ni Eduardo de la Torre.

Pareciera que el futbol no aprendió nada del máximo logro.

Hoy recordamos que en esa final contra Brasil, los sudamericanos tenían en la cancha a Neymar y compañía, y que era un equipazo el que enfrentó a México.

Mucho más importante ganar los Olímpicos que hacerlo en un Mundial infantil o una Copa Confederaciones.

Hoy recordamos que Jesús Corona sigue en Cruz Azul, pero ya en las últimas.

Hoy recordamos que Carlos Salcido ya se retiró y ahora es directivo.

Hoy recordamos que Giovani Dos Santos sigue viviendo lesionado.

Hoy recordamos a un Darvin Chávez que desapareció del mapa.

Hoy recordamos que Oribe Peralta ya no juega con Chivas y solamente ve los partidos.

Lo más grave es que parece que el futbol mexicano no aprendió, o no quiso aprender de ese logro. No se siguió un esquema de trabajo, nunca se le preguntó a los involucrados cómo lo lograron, quedó archivado y como un simple recuerdo.

Pero yo sí quiero ser muy claro en que este título es lo más importante que jamás ha logrado el futbol mexicano.

Ocho años después seguimos con el mismo esquema en selecciones. Ganar dinero en partidos intrascendentes en Estados Unidos y no priorizar lo deportivo.

Vaya, desde aquí todo mi reconocimiento a esa generación de futbolistas y entrenadores que lograron lo máximo.

Y es una pena que nadie en la federación haya querido sacarle jugo a todos los involucrados y saber cómo le hicieron para lograrlo.

Ocho años hace ya del oro olímpico en Londres. Algo para recordar toda la vida.

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