Parece que siempre sí

Así como se lee de cantinflesco: “Dice mi mamá que parece que siempre sí tendremos temporada, bueno, eso dijo”. Algo así pasa, no con una Liga Interbarrial de Macondo, sino con la máxima competencia del beisbol en el mundo: El Big Show de las Grandes Ligas. En estricta secuencia con el #SúperBeis anterior, pues sí, el comisionado Manfred dice, los dueños asienten, los peloteros quieren, las vacunas (aparentemente) fluyen y parece que se podría gritar de felicidad con un inicio de temporada (Opening Day) en condiciones no digamos “normales”, pero al menos visibles en cuanto a fechas y condiciones de juego.

Hay un gran problema, vaya, son varios, pero uno es sine qua non: si los peloteros quieren temporada completa (léase cheque completo), es loable, aunque el acuerdo del lado de los dueños podría ser “no unánime” en ese aspecto y eso nos llevaría a observar la posición gremial del MLBPA respecto a la vacunación obligatoria.

Este año no va a haber de “híjoles, les quedo mal, jóvenes” para que puedan renunciar a la temporada si las cosas en cuanto a salud no les gustan, en especial cuando está una fuerte lucha porque este año sí se les paguen salarios completos. Es un cambio significativo, aunque, desde el protocolo de salud para los campamentos primaverales se sabía la falta de criterios establecidos, algo en lo cual ya se encuentran trabajando. Grandes Ligas quería retrasar el inicio de la campaña alrededor de un mes, esperando una mayor disponibilidad de vacunas para jugadores, staff y aficionados, algo que ha encontrado una oposición por parte de la representación sindical, en afán de que los peloteros cobren salarios completos en este año de comienzo incierto.

Si perdieron tres mil millones de dólares o más, los dueños de los 30 equipos están tratando de cuidar el negocio. Seamos realistas y quizá no sea muy lindo decirlo: ellos tienen el control y el sindicato trata de establecer algunas condiciones, una pelea en la que se sabe perfectamente que ellos —los agremiados— pueden llegar a presionar hasta cierto punto y nada más. Dicho de otra manera: esperemos que no estiren demasiado la Liga (literal), porque se rompe. Es un año de nuevas condiciones para cientos de peloteros con el “nuevo pacto ligaminorista”, lo menos que se quisiera es una ruptura de cara al nuevo acuerdo con el que buscan ampliar la paz laboral hasta 2024 que hoy, sinceramente, se ve más lejano que una visita a los suegros.

Nos comentan su desaprobación y molestia sobre el remozamiento al parque de beisbol autorizado para Palenque, Chiapas. ¿A alguien le sorprende una noticia así en este sexenio tan nebuloso como los actos de lo conocido como Probeis? Pichada irónica: Taaanto que pedimos difusión y… firmamos con SKY.

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