ONE Baseball

Fallecieron recientemente dos peloteros figurones, considerados “de otra época”, como para dimensionar lo que viene. Las 20 temporadas y 4,783 innings lanzados por parte de Tom Seaver y las 938 estafas (con 3,023 imparables) de Lou Brock los hacen iconos de los Mets de Nueva York y de los gloriosos Cardenales de San Luis, respectivamente.

Y viene la discusión de si son “peloteros de los que ya no hay”, si uno devoraba entradas lanzadas y el otro se barría fuerte en segunda base (vaya que lo hacía), en un bla bla bla intergeneracional el cual quizá no ayuda mucho. Estamos viviendo una era del beisbol donde ha habido récords rotos, ídolos caídos con manchas, récords de asistencias a la par de tribunas semivacías, sustancias, a la postre, prohibidas, expectación por nuevos peloteros carísimos, evocación de los ídolos de antes y… una temporada atípica con 60 juegos. Podemos incluso tener un “calificado a playoffs” con marca perdedora, por eso el entrecomillado y la polémica puede venir si ese equipo agarra una de esas rachas y se mete a lo que entonces llamarían una Serie Mundial “Light”, así la llamarían, ¿verdad? Somos un manojo de emociones con esta pandemia, con este loco calendario que le quedan pocos juegos y ahora, para colmo, algo que hemos estado mencionando: la nueva configuración de lo que conocemos como “beisbol organizado”.

Parece como cuando la tía viejita te decía: ¿ya ves? ¡¡Te lo dije!! Y es que no era un secreto el plan del comisionado Rob Manfred: One Baseball era una idea, mucho más que esas carpetas de Scott Boras para promocionar a sus superpeloteros, lo del abogado en su plan para suceder a Allan H. Bud Selig era más como aquello de Pinky y Cerebro. Daría risa lo de “dominaremos al mundo”, pero quizá ya no es tan hilarante el ver que iban en serio las ideas y, si a usted le gustó Bull Durham como filme evocador de la vida en las sucursales, es probable que eso se vuelva una referencia muy demodé de lo que ahora tendremos. Ese beisbol cálido, un poco vintage y algo oxidado ya se olvidó: One Baseball lleva las oficinas de lo que fue MiLB (Minor League) de Florida a NY, irrumpe en el mapa de sucursales, limitando a 120 de las mismas para los 30 equipos ligamayoristas, y le dieron las gracias a Pat O’Conner para absorber todo el sistema. Ok, está genial esta campaña de MLB, aunque es un espejismo, porque estamos en México y a ver qué sucede con las Ligas de nuestro país, especialmente la LMB, con rumores de mudanzas (qué raro) y el pacto invernal, por supuesto, puede trastocar a la LMP. Conste que avisamos que también para el beisbol serían tiempos “raros”… Ok, se acerca el playoff, ¡¡yeah!!

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