Nueva normalidad millonaria

Es curioso cómo en este espacio los Mets —del gusto de nuestro director, Pascal Beltrán del Río— se han ganado menciones por todo tipo de asuntos.

Esta franquicia neoyorquina, que llegó vía expansión en 1962 junto a los actuales Astros (eran los Colt 45’s) de Houston, ha querido llenar los corazones de aquellos aficionados con el corazón roto por la partida de los aún añorados Dodgers (Brooklyn) y los Gigantes, ambos, para colmo, en una mudanza hacia esa California de la rivalidad deportiva acentuada y reiterada.

Los fans de los Mets han tenido que festejar y que llorar, para sufrir con el drama de sus Series Mundiales y… ahora se pueden frotar las manos con la llegada de Steve Cohen al frente de la propiedad y el conocidísimo Sandy Alderson (parte de dramas anteriores con la franquicia) para dirigir una oficina que ya dio un primer paso claro al remover a varios elementos enquistados, especialmente con deshacerse de un lastre como Omar Minaya.

Ya tuvo Cohen su primera conferencia de prensa y dio el mensaje adecuado: su afición generacional, sus ganas de acabar con la mediocridad reciente en un equipo donde los fans siempre decían ser más listos que los de las oficinas de los Amazin’ (Asombrosos). Habla de grandeza un nuevo dueño, quien tiene buenos recursos económicos, teniendo a su señora esposa como socia, una dama con sangre latina, como el caso de la derrotada J-Lo. Vaya que hablar de 2.5 billion es traducirlo a nuestros pesos en alrededor de $51,000 millones y es referirse a lo que le da título a esta entrega: mucho se espera la vacuna, la nueva normalidad, acabar con el miedo, aunque… mientras, tal parece que a Grandes Ligas NO LE DUELE NADA.

Se comentaba recientemente sobre las críticas al comisionado Rob Manfred y al igual le toca rudo muchas veces el entorno a su similar de la NFL, Roger Goodell, pues ambos pueden tener fallas, pero ambas industrias gozan de abundante $alud.

Al parecer, el conjunto de dueños de MLB sólo están esperando alguna certeza para dar el banderazo de un plan expandido de actividades con la temporada 2021, de tal manera que se pueda negociar bien con el sindicato de peloteros una extensión de la tan jactada “paz laboral”.

En los rumbos de la LMP se suspendió la temporada unos días y, no debe ser tema de la TV y su contrato, todo indica que —como se comentó desde el inicio— no deberían persistir en un calendario de alto riesgo… de contagio.

Se sigue viendo “ilusión” (¿óptica?) por una dizque expansión de la LMB, primero debería haber, por igual, temporada.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.