PESQUERÍA, NL
Nuestro primer encuentro con él fue unos días antes de que Kia se lo mostrara al mundo entero en el marco del Autoshow de Detroit, y no tardamos en darnos cuenta que es un auto con el que fácilmente haces click.
Con cierta complicidad los acompañamos a su presentación en sociedad y, cuando apareció brillante, erguido e impecable sobre el fastuoso escenario del salón más importante de América, nos sentimos como cuando vas a ver a alguien cargar la bandera en la escolta del colegio, orgullosos de él pues, aunque de familia surcoreana, sabíamos que la tercera generación del Forte tenía mucho de mexicano.
De sus hermanos mayores heredó la buena pinta y aprendió buenos modales. Sus líneas de diseño lo confirman como un familiar cercano del Stinger, con estilo de coupé y espacio de sedán, mientras que la inconfundible nariz de tigre de la parrilla que lo acredita como hijo de Peter Schreyer, responsable mundial de diseño en Kia y Hyundai.
Ansiosos abrimos las puertas para la respectiva auscultación y con agrado nos percatamos que el encanto se mantiene; como resultado de la atención que se puso en cada detalle: materiales, ensambles y acabados.
Las aplicaciones metálicas, así como la sensación al tacto y la apariencia de los plásticos y otros materiales utilizados nos hacen sentir en un auto confortable y al mismo tiempo fuerte.
Como en el resto de los autos de esta marca la disposición de cada elemento del habitáculo, antes que otra cosa, es funcional, así que con facilidad el papel protagónico de la consola central se lo lleva la pantalla táctil, desde la que se manipula el sistema de infoentretenimiento que cuenta con Apple Car Play y Android Auto, para vincular el teléfono móvil con la interfaz del auto y simplificarnos la vida.
El modelo recién salido de la línea de producción que tuvimos a prueba, tanto en los alrededores de la planta de Pesquería como en la Ciudad de México, nos demostró que lo que finalmente llegará a las agencias mantiene una de las mejores relaciones costo-beneficio y calidad-precio que hoy se pueden encontrar en el mercado mexicano.
A MANEJAR
Acomodamos el asiento y ajustamos el volante. Tal y como ocurre desde el Rio (el vehículo de entrada a la marca), el Forte se enciende a partir de un botón y, desde que el auto se pone en marcha, la sensación a bordo es la de un vehículo sólido y confiable.
Los primeros Forte que saldrá a la venta en nuestro país estarán impulsados por un motor 2.0 litros que, entre otras cosas, se jacta de ser eficiente más no aburrido, y pone a tu disposición 147 caballos de fuerza y el empuje de 132 libras-pie de torque.
Por el momento no habrá una opción impulsada por un motor turbocargado, aunque la firma nos confesó que sí trabaja en la configuración de una versión GT que pudiera echar mano de una variante sobrealimentada que pudiera salir en un par de años.
Apenas econtramos la vía libre, comenzamos a atacar el acelerador, para encontrar una respuesta solvente que rápidamente nos dibujó una sonrisa.
Las primeras curvas de la carretera nos ayudaron a probar la suspensión que fue ajustada para minimizar la transferencia de pesos, garantizada por una rígida estructura que evita la torsión del auto y dignifica el look deportivo del Forte. La marca asegura que el actual es un chasis 16% más rigido que el anterior y forma parte de la evolución que la reciente generación ha sufrido.
El trabajo de la nueva transmisión automática, con paletas de cambio detrás del volante, ahora llamada IVT (Intelligent Variable Transmission) cumplió con su cometido y agradecimos que no fuera tan ruidosa como la mayoría de las CVT que conocemos.
Como todo buen Kia integra una serie de sistemas de seguridad y asistencias electrónicas que, sin importar la versión, asegura la integridad de los ocupantes.
El buen paso de la marca en México parece estar garantizado con fusiones como ésta, un norteñito de buenos modales que presume una buena familia.
RIO SE ACTUALIZA
La gama 2019 del modelo subcompacto de Kia, ya está disponible en nuestro país con una ligera actualización, principalmente en equipamiento para la versión LX.
De acuerdo con Víctor Acuña, gerente de producto de Kia en México, estéticamente son muy discretos los cambios. Ahora las versiones con y sin cajuela tienen manijas cromadas, mientras que sólo la variante sedán estrenará un difusor trasero con acabado metálico.
El nivel LX ahora incluye cámara de reversa y el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de siete pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Como mayor novedad en la gama estará la inclusión de dos nuevas versiones. Para el hatchback, que llegará en septiembre, será la nueva EX Red Pack y contará con el mismo equipamiento y precio que la variante EX Pack, pero con un interior en piel combinado con acabados en rojo.
Para la variante sedán se anexa el escalón EX Pack con asientos en piel, quemacocos, pedales metálico, entre otros elementos.
-Christian Pérez
DE VANGUARDIA
Tras más de 10 horas de manejo y cerca de mil kilómetros de recorrido por carretera desde la Ciudad de México, a bordo de una Sorento, nuestra gran aliada y compañera de esta aventura, por fin estamos en la puerta número dos de proveedores de la planta de ensamble de Kia, ubicada en este municipio al norte de nuestro país, a la espera de que nos den el acceso.
Levantando la cara al cielo y haciendo memoria, fue justo en noviembre del año pasado que salió la unidad número 300 mil ensamblada de estas instalaciones, un Forte sedán fue el que se llevó la gloria y en el que se materializó, en aquel momento, año y medio de trabajo de alta calidad en este lugar.
Una vez en el estacionamiento de visitas resultan impresionantes no sólo las 500 hectáreas sobre las que este complejo industrial se erige, equivalentes a 600 campos de futbol, sino la silenciosa atmósfera que se percibe.
Sin embargo, detrás de esas gigantescas paredes blancas, cerca de siete mil personas, entre empleados de la planta y proveedores, de la mano de una maquinaria precisa, ensamblan cerca de 30 mil partes y componentes para dar vida a los modelos Forte y Rio, en sus variantes con y sin cajuela.
Una maquinaria tan bien aceitada que requirió de una inversión de 54 mil millones de pesos para echarla a andar y que hoy en día permite que cada 53 segundos un coche nuevo abandone la línea de producción y se embarque a alguno de los 68 países alrededor del planeta en donde se comercializan, Estados Unidos y Canadá, además de nuestro mercado.
La limpieza, iluminación y seguridad de este universo industrial es tan minuciosa que parece más un laboratorio experimental que una planta, y en donde la gente que aquí labora siempre esboza una sonrisa cuando te mira. “El pensamiento de los coreanos está muy enfocado a la eficiencia y que todo siempre salga a la primera, sin embargo, si no es así, cada intento nos ayuda a perfeccionarnos y ser mejores”, comentó Sandy Hernández de León, encargada del área de nómina, en el departamento de Recursos Humanos de la planta.
En nuestro departamento nos acercamos con los empleados buscando que estén motivados y lo hacemos mediante, por ejemplo, un incentivo económico, prestaciones y facilidades que puedan tener; los mismo empleados nos dicen que les encanta trabajar aquí y ellos invitan a otras personas a unirse a este gran equipo de trabajo que tenemos en la planta, para nosotros eso es una gran satisfacción”, concluyó Sandy.
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