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Pandemia, dos polos

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Para esta noche, México será parte de ese aún pequeño grupo de países que ya tienen una vacuna contra la covid-19, aprobada y en proceso de aplicación. Este mediodía llega el primer lote del fármaco desarrollado por Pfizer y BioNTech, cada martes llegarán más hasta completar casi un millón 500 mil dosis para el 31 de enero próximo. Ayer, la Cofepris recibió la solicitud de uso de emergencia de la inmunización de la farmacéutica china BioNTech. La rusa Sputnik V ya pidió autorización para realizar ensayos en nuestro país; lo mismo que las vacunas de Novavax y CureVac. La desarrollada por Moderna ya comenzó a aplicarse en EU, la recibió ayer Anthony Fauci, el responsable de la pandemia designado por Donald Trump y que se mantendrá para la administración de Joe Biden; este fármaco está incluido en el portafolio Covax, armado por la Organización Mundial de la Salud para garantizar el acceso equitativo a las vacunas, así que México no se quedará sin ella. Con AstraZeneca también hay acuerdo, nuestro país comprará millones de dosis de la que desarrolló junto con la Universidad de Oxford. México tiene, pues, vacunas.

Y lo hemos dicho en este espacio, esto fue gracias al intenso trabajo que se hace desde la Cancillería. Desde el inicio de la pandemia, en la Secretaría de Relaciones Exteriores apuntaron a esa otra estrategia, que no depende de la trazada en la Secretaría de Salud. Gracias a ese enfoque, el anuncio tan esperado llegó ayer: “Entre mañana y el último día de enero, México va a recibir un millón 417 mil 659 dosis (…) Ya se recogió de la planta de Bélgica de Pfizer este primer envío a México, llega mañana (…) Estimamos que esté arribando a México antes de las 12 del día…”, anunció Marcelo Ebrard. Sí, hubo retraso. Ayer debió empezar la campaña de vacunación programada en la CDMX y en Coahuila. La logística de la farmacéutica no lo permitió, según informaron. Pero ya será cosa de días para que el proceso de aplicación inicie en trabajadores de la salud de primera línea.

Es uno más de los contrastes en nuestro país. México ya forma parte de ese pequeño grupo de países que ya cuentan con dosis para la inmunización contra la covid-19 listas para ser inyectadas en pacientes. Esto, frente a ese cuarto lugar mundial que ocupa en el score de la pandemia que reporta todos los días la Universidad Johns Hopkins. La suma de los mexicanos fallecidos en los últimos ocho meses sólo es rebasada por los registros de EU, Brasil e India. El camino que México decidió tomar para combatir la pandemia desde el sector salud, más que en la contención, se dirigió a la no saturación de la ocupación hospitalaria. Y no le atinó. La CDMX reportó que ya está al 83% y aún no vienen los peores días del repunte, que regresó a la capital del país a semáforo rojo. Esta ruta está tan en entredicho que al responsable, Hugo López-Gatell, no le ha quedado de otra que desacreditar, que no es lo mismo que desmentir, los reportes periodísticos que han puesto en duda sus decisiones. El último episodio lo protagonizó contra The New York Times, que reveló que los datos que anota la CDMX fueron manipulados por la Secretaría de Salud federal para no cerrar desde la primera semana de diciembre. “Un ejemplo de infodemia…”, respondió el subsecretario, a pesar de que la investigación se sustentó en documentos firmados por el mismo López-Gatell.

La pandemia se combate en México desde ambos polos. Qué bueno que, al menos uno de ellos, apostó por el objetivo correcto.

 

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