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No, candidato

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

“Me mete la mano así, aquí en el cuello y con la otra mano, pues, tirada ahí, me tiró ahí mismo en el sofá y con la otra, yo creo ya llevaba el cinturón flojo, no sé, fue rápido la acción, yo no alcanzaba a mirar. Me quitó el top y traía una falda hasta los tobillos, me lo quitó todo y ahí ya me violó (…) Sin decir palabra, sin decirme nada me empezó a atacar y yo le preguntaba que por qué, que qué pasaba y él no hacía nada, nunca dijo nada, incluso le dice el guarura: patrón, es una niña. Tenía yo 17 años. Así, él lo regaña, le dice, vete, pero a mí me dio mucho coraje porque no me defendió y trayendo una pistola…”. Éste es el relato de una presunta víctima de violación. La agresión habría ocurrido hace 22 años, en Acapulco, Guerrero. El agresor, Félix Salgado Macedonio, quien ahora busca gobernar ese estado abanderado por Morena. El testimonio lo reveló hace unos días mi compañero Ciro Gómez Leyva.

La mujer revela que a sus 17 años conoció al ahora senador con licencia, porque era amigo de su entonces pareja, quien la dejó sola en el puerto para viajar a Chilpancingo. Señala que tomó un taxi y le pidió que la llevara a casa del legislador. Ahí la recibió un escolta, quien portaba un arma, lo cual le dio miedo, pero se sintió segura porque vería al político. Ironía. Revela que le asombró la casa con alberca, pues donde ella vivía no había ni electricidad. La menor le preguntó a Salgado Macedonio si asistirá a la reunión donde estaría su novio y si podía llevarla o prestarle 100 pesos para regresar a su pueblo. Él le dijo que se quedara y entonces la atacó. Es, repito, una segunda presunta víctima.

Existe otra acusación, aún más reciente, ésta data del 2016, la agredida, una trabajadora de La Jornada en el estado que el hoy morenista busca gobernar y en los tiempos en que fue director de ese diario. La agresión se habría dado en condiciones muy similares a las narradas por la víctima de 1998: ella en casa del político; aunque agrega que, tras tomar algo, perdió el conocimiento y despertó acostada, él estaba presente en la recámara.

¿Cuánto tiempo llevamos hablando de violencia de género? ¿Cuántos nombres? ¿Cuántas mujeres leerán esto y sentirán que el estómago se les revuelve al recordar un pedazo del pasado que les quema todos los días? Para dejar atrás episodios es que existe un movimiento feminista que necesita del apoyo institucional no sólo para generar políticas públicas que prevengan y castiguen estos delitos; también para convertirse en ejemplo de una sociedad que se está reconfigurando, que va entendiendo su pasado y buscando las vías en el presente para mejorar su futuro. Pésima señal que desde Palacio Nacional hayan reducido estas acusaciones a un asunto electoral.

Mujeres militantes de Morena piden que Félix Salgado Macedonio no llegue a la candidatura en Guerrero. El mensaje debe ser contundente dentro de su propio partido, la ley así lo dice: nadie con esas acusaciones debe aspirar a un puesto de liderazgo en la función pública. Menos aún cuando los antecedentes refieren abuso de poder e influyentismo para detener las investigaciones. Ya las autoridades locales, federales y del grupo político hacen su propia investigación o “procedimiento de oficio” como le llaman. Si el partido del gobierno, que se dice feminista, quiere dar un paso adelante en esta lucha, es el momento. Pero, además: es la ley.

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