“Es falso”

“Un enfrentamiento armado en la comunidad indígena yaqui de Vicam, en el municipio de Guaymas, al sur de Sonora, generó momentos de pánico entre estudiantes de preparatoria…”, reportó ayer Daniel Sánchez, corresponsal de Grupo Imagen en ese estado. Un día antes envió esta noticia: “Cuando hacía ejercicio en una unidad deportiva pública del municipio de Puerto Peñasco, fue asesinado a balazos el policía en retiro Luis Manuel Lugo Durón, quien se desempeñó en la Judicial estatal y la Policía Investigadora en Sonora”.

“La madrugada de este viernes cinco personas fueron ejecutadas a balazos en el fraccionamiento La Ribera, en el municipio de San Francisco de los Romo, Aguascalientes…”, informó Karla Méndez desde esa entidad.

“Tres elementos de la policía municipal de León fueron atacados la mañana de este viernes cuando se dirigían a laborar. Tras el ataque, uno de ellos murió y los otros dos resultaron lesionados…”, información enviada por mi compañero Luis Negrete desde Guanajuato.

“Un fuerte operativo policiaco se desplegó por la tarde de este jueves luego del ataque armado a un establecimiento comercial en la comunidad rural de Tacoaleche, municipio de Guadalupe, vecino a la capital de Zacatecas…”, reporte de Omar Hernández.

“Una presunta rivalidad entre narcomenudistas provocó una balacera y persecución ocurrida en Boca del Río, que dejó como saldo la muerte de una joven mujer originaria de Nuevo León…”, noticia enviada por Lourdes López desde Veracruz.

Los anteriores son sólo algunos reportes de lo ocurrido en el país entre jueves y viernes. Sólo algunos, porque podríamos llenar páginas enteras, varias horas de televisión y radio, con información de hechos de violencia, de esa que generan grupos criminales y que han provocado que miles de familias abandonen las localidades en las que crecieron y construyeron su hogar.

Esa violencia que se cuenta por miles: 147 mil 913 homicidios dolosos en México entre diciembre de 2018 y hasta el pasado 2 de marzo, según datos oficiales. A esta cifra se incluirán los crímenes de este mes: la ejecución del subsecretario de Seguridad de Guanajuato, los asesinatos de las jóvenes en Celaya, el secuestro y homicidio de un empresario en Chetumal y un doloroso etcétera.

Casi 150 mil asesinatos en lo que va del sexenio; con Enrique Peña Nieto fueron 157 mil 158, pero a López Obrador le resta año y medio de mandato; con Felipe Calderón fueron 121 mil 613; con Vicente Fox, 60 mil 162; con Ernesto Zedillo, 80 mil 311; y con Carlos Salinas, 78 mil 94. La violencia ahí está, ahí ha estado, pero así ha crecido en los últimos cuatro años, no importan los malabares comparativos que haga cada mes para presumir que el índice ha bajado. 

¿A qué viene a cuenta todo esto? A lo expresado por el presidente, su respuesta a los señalamientos de Antony Blinken, el secretario de Estado de EU.

“¿Los cárteles de la droga controlan partes de México?”, le preguntaron al funcionario estadunidense hace un par de días durante una audiencia en el Senado. “Creo que es justo decir que sí…”, respondió. Esto fue suficiente para ganarse el descrédito en Palacio Nacional: “Eso es falso, no es cierto. Hace como un año declaró lo mismo un comandante de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y se le informó de que no era cierto…”. López Obrador agregó que estas declaraciones son producto de la presión de republicanos por la campaña electoral anticipada.

Si es falso el alcance de los grupos criminales en algunas partes de México:¿a qué se debe entonces el nivel de violencia que permea en nuestro país? ¿Por qué en Jerez, Zacatecas, las familias que alguna vez se formaron ahí no pueden regresar a sus hogares?