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Empezar de nuevo

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

                Las armas son instrumentos de mala suerte;
                emplearlas por mucho tiempo producirá calamidades...

                Sun Tzu

 

Y la artillería, ésa que estuvo siempre lista, siempre al alcance de un tuit, de una declaración, de un manotazo, terminó por ser instrumento, no de la permanencia, sino de la derrota. Dispararon en su contra. El incendio se agotó. Donald Trump se fue con toda la grandilocuencia (sic) que de la que pudo servirse después de una derrota que, incluso, le ganó desaprobación dentro de su propio partido. No desperdició un sode lo segundo de sus últimos momentos como presidente y, frente a las cámaras, alardeó de lo que en su registro fue su labor dentro de la Casa Blanca y con la advertencia de un regreso. Sin embargo, gracias a esos, sus últimos, y no menos peligrosos arrebatos, el Capitolio se convirtió este miércoles en una posibilidad, un espejo. 

Inicia la era de Joe Biden, quien no fue nombrado por su predecesor, pero que fue aplaudido en una ceremonia en la que el llamado a la unidad y la reconciliación fueron colocados como ejes de los próximos cuatro años en EU y, por supuesto, del mundo. 

“Hoy es el día de la democracia. Un día de historia y esperanza, de renacimiento y resolución. A través de tribulaciones que quedarán en los anales, Estados Unidos ha sido puesto a prueba una vez más, y Estados Unidos ha estado a la altura del desafío. Hoy celebramos la victoria no de un candidato, sino de una causa: la causa de la democracia...”, expresó Biden ya convertido en presidente.

Y esa línea discursiva se demostró en las primeras decisiones. Lejos de la confrontación con el mundo, EU busca recuperar el lugar que, contra deseos de tantos, el expresidente les quitó. Ser factor positivo en la estrategia global contra la pandemia, del combate al cambio climático, por ejemplo. A México le tocaron también noticias. La frontera dejará de ser instrumento de control, ya no será herramienta ni amenaza latente.

“Podemos superar este virus mortal (...) garantizar la justicia racial y convertir de nuevo a Estados Unidos en la principal fuerza del bien en el mundo. Sé que hablar de unidad puede sonar un poco ridículo hoy en día. Sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales. Pero también sé que no son nuevas...”, parte también del primer mensaje de Biden

Quienes portan las armas también se agotan, más aún cuando el estallido no conduce a nada. Estados Unidos
es espejo, repetimos, porque en lo que hoy ya es su pasado, podemos ver las posibilidades que le esperan a cualquier sociedad cuando la división y el conflicto se convierten
en alimento diario para sostener gobiernos que pocos méritos pueden presumir y, peor aún, demostrar. La construcción de una realidad no se logra de esa forma, no
con estallido ni con escándalo. La gente se agota, se comparta una ideología o no, se cansa cuando a pesar de los manotazos constantes, no se llega a ninguna parte. EU lo demostró, hoy va camino a su reconciliación, después de cuatro años de un presidente que los quiso forzar al campo de guerra. 

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