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Diversidad, mujeres y paz

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

 

Los encuentros con figuras emblemáticas para esto son: para inspirarnos a través de ellos, pero también para inspirarlos y levantar la voz. Así sucedió en Mérida.

“Lo cierto es que la comunidad LGBT en este estado no se siente representada...”, así de contundente se expresó Diego Luna en la Cumbre de Premios Nobel de la Paz que se realiza en Yucatán. El actor y director participó en el foro El Arte y el Deporte como Constructores de Paz y aprovechó el micrófono para hacer un llamado al Congreso del estado, que hace unas semanas votó en contra del matrimonio igualitario. Lo apoyaron sus compañeros panelistas, Miguel Bosé, Rafa Márquez y Alejandro Legorreta.

Repito, estos eventos son justo para esto: para la protesta desde un lugar que ofrece resonancia en los cuatro puntos cardinales. Esta Cumbre ha girado justo en torno a la necesidad de hablar no sólo de la paz, sino también de unos de sus más importantes factores en su construcción: la diversidad. Y ésta, no sólo en su sentido sexual, sino apuntando a su esencia, la libertad y el respeto, pues sin ellos pierde por completo su sentido. Y esto empieza en la manera como nos vemos los unos a los unos y, pensándose como segmentos de la sociedad, en cómo nos vemos hombres y mujeres. Y tal vez aquí tenemos nuestro más recurrente tropiezo y, hoy por hoy, nuestro más urgente pendiente: “¿Cómo hemos podido llegar al punto donde estamos matando a nuestras mujeres?”, pregunté durante mi participación en el foro Las Mujeres y la Paz, donde tuve el honor de coincidir con Rigoberta Menchú, Bernice King y Joy Huerta. En él, las tres, desde los contextos que cada una hemos vivido, contribuimos a la discusión para entender el papel que como mujeres tenemos en la búsqueda de la paz.

“Todas las historias que escuchamos se tratan sobre mi padre, pero mi madre fue el alma del movimiento. Son las mujeres valientes que sostuvieron ese movimiento por doce años...”, afirmó King, hija de Martin Luther King, pieza importantísima en la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos. Y de esta manera reconoció la fuerza que las mujeres representamos en los movimientos sociales: “Las mujeres son el alma de la nación y hay que salvar el alma de la nación...”, reiteró como recordatorio de la necesidad de protegernos.

Rigoberta Menchú, laureada en 1992, destacó a esta generación por su sentido de diversidad, pero también hizo notar que a pesar de los cambios, los avances, el progreso, seguimos siendo una sociedad dispuesta a cometer los mismos errores. Y justo como voz de esta nueva generación, la vocalista de Jesse & Joy, Joy Huerta, habló de la búsqueda de un camino que permita dejar atrás estereotipos que sólo alientan la discriminación.

“Como mi padre, también tengo un sueño: Vivir y ser tratado con dignidad. No se puede tener paz sin amor...”, expresó ayer Bernice King, en el foro Celebrando Nuestras Diferencias, donde de nuevo el matrimonio igualitario fue el tópico principal: “El tema de la diversidad no debe ser sólo una creencia, sino que se debe sentir, se debe querer y amar, por eso yo he trabajado con todas las diversas culturas del planeta, con todas las diversas ideologías que tienen, como la diversidad sexual, ¿por qué no?, he trabajado con muchas personas que son maravillosamente talentosas y más respetuosas y, ¿saben por qué?, porque los han humillado en otro lado, entonces sienten que tienen una amiga que no los humilla, sino que valora lo que saben y lo que hacen, lo que entienden y los involucra en su causa...”, expresó Menchú.

“Yo solo no puedo, Rigoberta sola no puede, Joy sola no puede, Bernice sola no puede, los cuatro juntos podemos más. Si ustedes, además, se juntan y apoyan desde lo que está ahora en el Congreso de Yucatán, que es el matrimonio igualitario, hasta cualquier otro derecho, seremos mucho más fuertes y las cosas se harán mucho más rápido y mejor...”, agregó Miguel Bosé

Qué oportuno, que justo la libertad sea una constante en este evento que gracias al trabajo de Michelle Fridman, secretaria de Fomento Turístico de Yucatán, pudo llegar a nuestro país para hacernos el origen de este eco.

 

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