Covid en el aire: ¡tapabocas!

La evidencia se impuso. El SARS-CoV-2, como muchos otros virus, permanece en el aire y se mantiene activo después de varias horas. La Organización Mundial de la Salud cedió después de unos días, reconoció que ésta es una posible vía de transmisión, tuvieron que salir más de 230 científicos a advertirlo, aquí lo contamos.

Ahora detallan que la amenaza está en lugares cerrados, con poca ventilación. Al respecto, especialistas aconsejan no asistir a lugares públicos con mala ventilación; a optar por las actividades al aire libre, siempre que éstas sean necesarias y a usar siempre un cubrebocas, más aún cuando estemos frente a una persona fuera de nuestro círculo familiar. Nos lo afirman hoy, aunque la teoría al respecto se escuchaba desde hace meses, desde aquel contagio en un restaurante chino en donde comensales que no tuvieron contacto directo resultaron positivos. Ante una pandemia como ésta, de naturaleza respiratoria, ¿no valía analizarlo antes? ¿O exceder los cuidados para evitar contagios?

Le ocurrió a la OMS como a Jair Bolsonaro, quien sólo hasta que la ciencia habló, con su positivo al covid-19, se mostró frente a la prensa con cubrebocas puesto. Lo que había calificado como una gripita, lo volvió parte de esa desafortunada estadística de su país, que cuenta más de un millón 750 mil casos. Y esa imprudencia en el manejo que ha dado a la emergencia sanitaria llevó a Brasil a ser el segundo más afectado del mundo. Aunque ni su diagnóstico lo contuvo, pues la imprudencia le ganó y creyó que, para subrayar su buena condición de salud a pesar de su contagio, los reporteros debían verlo sin la mascarilla. Ya lo van a demandar, y con razón.

Y el mensaje lo entendió Donald Trump. Quien hace unos meses aseguró que no daría el gusto a sus adversarios de verlo usando un cubrebocas, ayer cambió su narrativa, ni los más de dos millones de contagios en Estados Unidos lo hicieron cambiar, tal vez la experiencia Bolsonaro, sí: “Creo que está bien llevar mascarilla si te hace sentir cómodo. Voy a ir al Walter Reed a ver a algunos de nuestros soldados que han sido heridos. Algunos gravemente heridos. Y también a algunos de nuestros trabajadores del covid, gente que ha hecho un gran trabajo…”, afirmó, por primera vez frente a las cámaras. Aunque falta ver si llega esa imagen. El contagio del mandatario brasileño se confirmó horas antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Washington, y durante la visita del Presidente de México no lo vimos usando cubrebocas. Bueno, a ninguno de los dos, excepto durante los vuelos en los que se transportó AMLO.

La información respecto a la pandemia está aún lejos de terminar de fluir, aunque ni la velocidad de los contagios ni la alta tasa de éstos ha motivado a líderes a seguir las medidas sanitarias mínimas. Y qué importante el símbolo. Aunque también existe un grado importantísimo de responsabilidad ciudadana: que 1 de cada 10 personas sí utilice cubrebocas en colonias altamente pobladas y transitadas como la Condesa, resulta sumamente absurdo.

El coronavirus covid-19 ataca a todos por igual, pero creo que no hemos entendido que no en todos es el mismo pronóstico ni todos estamos en las mismas condiciones de llevarlo, por eso todos tendríamos que cuidarnos con el mismo rigor.