¿Como nunca?

Casi 40% fue el incremento de la incidencia de feminicidios, mismo porcentaje el de la violencia doméstica y 9% el de la violación, todo en los primeros seis meses de este 2020, según informó Semáforo Delictivo. Y, al tiempo en que estas cifras eran difundidas, el presidente Andrés Manuel López Obrador hablaba sobre un país que no identificamos: “Estamos llevando a cabo muchas acciones en beneficio de niñas, adolescentes, de mujeres. Les comentaría que como nunca se está procurando la igualdad en dos vertientes: primero, en lo económico-social, es decir, se está ayudando mucho a las mujeres de más pobreza, las más necesitadas, eso nunca se había visto. No es poca cosa para un país como el nuestro…”, expresó en Palacio Nacional momentos antes de que la secretaria de Gobernación aderezaba esa narrativa con realidad: 45.8% más llamadas al 911 relacionadas con violencia contra las mujeres, también en los primeros seis meses del año. En cifras precisas, mientras en el primer semestre de 2019 se contabilizaron 89 mil 998, cifra nada menor, en el mismo periodo del 2020 se registraron 131 mil 224.

Horas después de este informe en la conferencia mañanera, el Senado inició la discusión del dictamen sobre la prisión preventiva oficiosa. Esto, a pesar de la alerta de organizaciones sociales donde señalan que esta reforma viola los derechos humanos, particularmente los de las mujeres. En un pronunciamiento difundido a última hora del martes, señalaron que la iniciativa amplía la posibilidad de que más mujeres sean encarceladas sin una sentencia; además de que busca ampliar las penas para un número considerable de delitos. En México, una de cada 2 mujeres en prisión no tiene una sentencia, con esta cifra, ¿cómo es que esta reforma garantizará el real acceso a la justicia, que no sólo implica castigos, sino también procesos impecables que no retenga a mujeres inocentes en una celda?

Vaya miércoles en que el Presidente presumió su México paritario. La clase política en Veracruz no pudo resolver un asunto que cayó en la Corte y ahí también encontré pared.

El proyecto de amparo para despenalizar el aborto en aquella entidad y que sentaría precedentes en el resto del país donde aún las mujeres son criminalizadas por ejercer la liberta sobre su cuerpo deberá esperar una nueva oportunidad. ¿Dónde están las diputadas federales con una iniciativa de alcance nacional que evite que esto llegue a la Corte?

Tal vez sí, tiene razón el Presidente: como nunca nos dijeron que éste sería un gobierno paritario, más allá de los símbolos y la representación; como nunca se comprometieron a sacar adelante la agenda de derechos y libertades. Como nunca la decepción.