Ante la emergencia, sólo la foto

Sobre esto, un día antes la directora nacional de la Conagua, Blanca Elena Jiménez, dijo: “Mire, yo no le puedo decir que no se desbordara, ni tampoco les voy a decir que no se van a inundar porque, para las condiciones de como ustedes viven, es mejor estar prevenido, así como estar conscientes, como diría alguna del medio: aquí les tocó vivir. Hay que aprender a vivir con lo que hay y estar muy conscientes de la situación…”.

Comunidades condenadas tanto por el Poder Ejecutivo federal como por el local, porque tampoco es como que el gobernador Adán Augusto López haya hecho nada por desalojar y poner a salvo a las comunidades que todos ellos sabían que iban a resultar más afectadas. Ocho muertos y más de 302 mil afectados; más de 100 mil casas dañadas, muchas de ellas en pérdida total. Imágenes en donde se ve a personas intentando rescatar lo poco que pueden. El nivel del agua llegó a tal dimensión que lavadoras flotaban en el agua y cocodrilos nadaron entre las calles. Cerca de 900, sí, 900 comunidades afectadas por anegaciones que no sorprenden a nadie, que hemos reportado año con año, que autoridades de todos los niveles olvidan a pesar de las varias promesas para evitarlas.

Hace doce años, investigadores mexicanos presentaron a senadores un informe donde asentaron las causas de las inundaciones que se presentan en Tabasco en esta época: asentamientos en zonas de riesgo, disminución de la capacidad de los cauces de los afluentes y la falta de infraestructura hidráulica para los ríos Grijalva, Usumacinta y Carrizal. Esto, sumado a la falta de un plan integral para el aumento del nivel de agua. El compromiso por dar respuesta para evitar futuras emergencias llevó a que, por ejemplo, el gobierno de Enrique Peña Nieto prometiera invertir más de 19 millones de pesos para reforzar la infraestructura de la región y, así, evitar inundaciones. Sin embargo, en 2015 sólo gastaron mil 100 millones. En 2017 el gasto se redujo a menos de 600 millones y, según el presupuesto ejercido, para 2018, de plano la inversión no fue ni de un peso.

Es cierto que estas emergencias pudieron evitarse desde hace años; pero también es cierto que, para 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pudo haber invertido y trabajado para evitar las imágenes que hoy vemos de su estado: pero tanto a su gobierno como al de Adán Augusto López les parecía mejor idea mandar los recursos y la inversión a Dos Bocas o al Tren Maya. En septiembre y octubre del año pasado se registraron, al menos, dos inundaciones de gran magnitud en Villahermosa. En los reportes periodísticos encontramos lo mismo en esos meses de 2018, 2017, 2016, 2015… el año que sea.

No se pueden evitar los fenómenos climáticos que provocan estas emergencias, pero sí contener sus afectaciones antes de que nos sorprendan. Al Presidente le cuestionaron ambas visitas: la primera por sólo recorrer las zonas afectadas en helicóptero; la segunda por sumar recorridos en vehículos y así respondió: “No me puedo mojar nada más para la foto. Estoy haciendo lo que me corresponde. Eso ayuda más (…) No soy un farsante, le tengo amor al pueblo, por eso estoy en esto, no soy fifí…”. Aunque, por ahora, su gobierno sólo ha ofrecido eso, la foto, ¿o en cuánto tiempo veremos la inversión necesaria para evitar estas inundaciones?