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AMLO, Chong y el PES

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

 

Es una traición. Es un movimiento que apunta al desamparo de los votantes de izquierda, que de por sí tenían muy pobres alternativas. Es, sobre todo, una incongruencia. Es la unión de Andrés Manuel López Obrador con Miguel Ángel Osorio Chong. O, dicho de manera matizada, es la unión de AMLO con el partido satélite cercano al secretario de Gobernación, que es invitado riguroso a las plenarias del Partido Encuentro Social. ¿Será que esta traición va hacia varios frentes? No sólo para el electorado morenista, lopezobradorista, que lo siguió del Partido de la Revolución Democrática a su nuevo grupo político, y que ayer se sintió profundamente decepcionado. ¿Es también un movimiento que apunta, a manera de rabieta, a la decisión tomada en Los Pinos sobre el candidato tricolor?

¿Qué de escandalosa tiene la alianza entre el PES y Morena? Todo: no hay manera de racionalizar la fusión de ideologías aparentemente distintas. Y no es que López Obrador tenga un largo historial de posicionamientos progresistas —por el contrario, hasta se registra un 12 de diciembre—, pero se ha arropado de figuras tales que han servido para pagar la cuota dentro de su agenda. Pero identificado como oposición, y autoproclamado líder de izquierda, su agenda siempre ha distado mucho de seguir las causas que en todo el mundo se defienden y se suscriben como parte de ese progresismo que abanderan movimientos y líderes mundialmente reconocidos. AMLO no es Michelle Bachelet, quien promulgó la ley que despenalizó el aborto en Chile y envió una iniciativa al Congreso de ese país para hacer lo mismo con el matrimonio igualitario. AMLO quería enviar ambos temas a una discusión que se resolviera con una consulta a los ciudadanos. López Obrador, sabíamos, entiende que los derechos se consultan y se deciden, aunque éstos no incidan directamente en las personas que toman la decisión.

Así fue AMLO como jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Así fue Andrés Manuel López Obrador en su primera campaña presidencial; así fue en su segunda. Aunque en ésta que inicia en 59 días y que tiene hoy el arranque de la precampaña, AMLO dará un giro, uno que pague la cuota de la alianza Juntos Haremos Historia, que anunció junto a su incondicional Partido del Trabajo y su nueva adhesión, el Partido Encuentro Social.

El PES, además de un grupo cercano al secretario de Gobernación, es la antítesis del movimiento progresista: es el partido que cuestiona la laicidad del Estado; el que reprueba la educación sexual, el desarrollo de la personalidad como un derecho de cada individuo; el que defiende a la “familia”; el que entiende el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer; el que asegura que la educación sexual es pornográfica, por lo que no deben crearse políticas contra la transmisión de enfermedades o el embarazo adolescente; el que protege la vida desde la fecundación; es el partido que quiere darle voz en radio y televisión a la fe evangélica, para hacerla único referente religioso en el país, haciendo a un lado los otros dogmas, mandando al carajo la libertad de culto. Encuentro Social es el partido del desencuentro, el que concibe a un México bajo consignas religiosas incuestionables. Es el que quiere una sociedad dividida: los que siguen sus leyes y los que no, y que, de facto, se convierten en el enemigo a erradicar. Es el partido que no cree en la ciencia ni en lo que provee, porque todo lo basan en ideologías de culto. Ése es el PES, partido que desde ayer camina junto a AMLO. Es parte de la alianza con la que López Obrador busca la Presidencia por tercera vez. Esa alianza que ayer dejó en el desamparo a quienes lo veían como alternativa al Frente y a la estructura priista. Es la unión que confirmó, a quienes todavía lo dudaban, el conservadurismo del líder de Morena. No es una jugada electoral, es una sacudida que quita el velo a un movimiento que se sirve de lo que sea. Aunque tal vez es apenas apropiada para quien se asume como mesías.

#MECUENTAN. Hoy, Andrés Manuel López Obrador presenta a su gabinete. Estaban Moctezuma, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Rogelio Ramírez de la O y Susana Harp son algunos de los nombres que suenan en las posibilidades del que sería el equipo de trabajo si gana la elección. ¿Qué le tocará al PES? ¿Cómo le pagará el diezmo?

 

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