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La pandemia dejará más niñas embarazadas

Ruth Rodríguez

Ruth Rodríguez

En el quirófano

La pandemia de covid-19 ha tenido efectos colaterales en las mujeres, tanto en su vida sexual como reproductiva. Resguardadas en sus casas, sin acceso a métodos anticonceptivos, sin poder ir a los servicios de salud, se proyectan un mayor número de embarazos en nuestro país.

Lo grave es que parte de este incremento se debe a embarazos de menores de 19 años, muchos de ellos no planificados ni deseados.

De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), se tendrán 145 mil 719 embarazos adicionales a los que originalmente se estimaban para el ciclo 2020-2021.

El covid-19 ha afectado los programas de planificación familiar y servicios de salud sexual y reproductiva en México. Más de un millón de mujeres en edad reproductiva no han tenido, en estos tiempos de pandemia, acceso a algún método anticonceptivo. Esta situación ha generado, de acuerdo con proyecciones del Conapo, que a los dos millones 39 mil embarazos que se esperaban para este periodo, habrá adicionales 145 mil. Lo preocupante es que se esperan 21 mil 575 embarazos de adolescentes. A decir de las autoridades del sector salud, esto se debe, en parte, a que, durante esta pandemia, se encuentran más expuestas a ser víctimas de violencia y abusos sexuales dentro de sus domicilios.

Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaria general del Conapo, ha advertido que hay un 20% del grupo de las mujeres menores de 19 años que no tuvo o no tiene acceso a un método anticonceptivo. La pandemia agravó la situación, pues México tiene la mayor tasa de natalidad en mujeres adolescentes de los países de la OCDE. 62 embarazos por cada mil son de adolescentes. Las autoridades de salud aseguran que durante esta contingencia no se cerraron las clínicas o unidades de medicina familiar, pero las mujeres, al resguardarse por el SARS-CoV-2, dejaron de ir para evitar el contagio, lo que ha provocado un cambio en las pautas reproductivas en México. Antes de la pandemia se había fijado una Estrategia Nacional para la Prevención de los Embarazos en Adolescentes. La meta del presente gobierno, acordada por la Agenda de Desarrollo Sustentable 2030 de la ONU, era disminuir a cero los nacimientos en niñas de 10 a 14 años y reducir la tasa de fecundidad de las de 15 a 19 años. Esperemos que se busque la forma de cumplir con esta meta y corregir el rumbo que ha alterado la pandemia.

ABATALENGUAS

Llama la atención que la Secretaría de Salud, a través de Simón Kawa, director general de Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud, haya decidido salir, de nueva cuenta, a aclarar qué medicamentos funcionan y son avalados con base en investigación clínica y evidencia científica en el combate contra el covid-19. Tal parece que hay muchos hospitales que siguen atendiendo a los pacientes que tienen coronavirus con tratamientos que se ha demostrado que no funcionan para atender esta enfermedad y, además, provocan daños a la salud, económicos y morales a la población que está afectando. En especial porque, dentro de la lista de medicamentos que descalificó, hay varios que se utilizan dentro del IMSS y del ISSSTE, así como en diversos hospitales públicos y en los consultorios anexos a farmacias. Entre los medicamentos no recomendados están el oseltamivir, azitromicina, ivermectina, nitazomaxadina, dióxido de cloro, el tocilizumab, la hidroxicloroquina y el remdesivir, que no contribuyeron a la disminución de defunciones, así como las terapias de células madre. Mientras que, entre los que sí están ayudando, se ubica la Dexametasona y anticoagulantes. Así que hay que tener muy presentes estos datos.

BAJO EL MICROSCOPIO

Paradojas de la vida, el lado bueno de López-Gatell está siendo opacado por su mal manejo de la pandemia. Y una parte de sus enemigos está usando sus desaciertos en el tema de la pandemia para atacarlo, precisamente, por lo bueno que había hecho. ¿Y qué hizo de bueno? Enfrentó a dos de los poderes intocables en sexenios pasados. La industria de los alimentos procesados y bebidas azucaradas. Y la industria tabacalera. A los primeros les aplicó un etiquetado que ayudará a un consumo más sano y responsable. Y a los segundos les cerró su negocio del futuro: los cigarrillos electrónicos, conocidos como vapeadores, que van a desplazar a los cigarros de tabaco. Dos industrias que ahora aprovechan cualquiera de sus errores para quitarlo de en medio.

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