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La dulce y tensa muerte de los mexicanos

Ruth Rodríguez

Ruth Rodríguez

En el quirófano

No hay buenas noticias en materia de salud. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-2019 reporta un aumento de la diabetes e hipertensión.

Las políticas para enfrentar el crecimiento de la obesidad y sobrepeso puestas en marcha en la administración pasada tal parece que no funcionaron. Y ahora le toca al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador adoptar medidas que generen un cambio.

El “Chécate, mídete y muévete”, entre otras campañas que sonaron mucho en el sexenio pasado, no funcionaron. Los datos más recientes de la encuesta del Instituto Nacional de Salud Pública y el Inegi revelan que la epidemia de la obesidad y sobrepeso, y con ella las enfermedades crónicas, siguen sin contenerse en México.

La obesidad y el sobrepeso, de acuerdo a dicha encuesta, afecta a 75.2% de las personas adultas y 35.6% de la población infantil en México. La diabetes mellitus pasó de 9.2 en 2012 a 10.3 en 2018. La hipertensión arterial pasó de 16.6 en 2012 a 18.4 en 2018.

Y para rematar esta situación, el último reporte de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades no Transmisibles de la Secretaría de Salud, del tercer trimestre de este 2020 en hospitales, revela que la pandemia de covid-19 ha agravado la situación de quienes padecen diabetes.

Debido a la pandemia, la gente dejó de ir a sus consultas y comenzó a descuidarse en sus hábitos alimenticios y de actividad física. Se estima que la atención a quienes padecen esta enfermedad se redujo en estos meses en un 44.7 por ciento.

Es en este contexto que llegamos, este próximo sábado, al Día Mundial de la Diabetes 2020. Las autoridades de Salud le apuestan a modificar los patrones de alimentación de la población a fin de disminuir las tasas de población con diabetes e hipertensión. Dos enfermedades a las que el covid-19 les está cobrando factura.

En esta administración ya se dio el primer paso con el nuevo etiquetado en bebidas y alimentos. Pero faltan campañas bien estructuradas que eduquen, informen y concienticen, especialmente a los niños, sobre las ventajas de poder decidir entre alimentos saludables y un consumo mesurado de alimentos con etiquetas que alertan de excesos de calorías, sodio y azúcares.

De otra manera, las etiquetas se van a volver parte común de los empaques y que nadie tome en cuenta.

ABATELENGUAS

De las comparecencias ante los diputados de los directores del IMSS y del ISSSTE, Zoé Robledo y Luis Antonio Ramírez, respectivamente, me quedo con dos datos. El primero denunció que cuando comenzó la pandemia de covid-19 se tuvieron que traer insumos de China y hubo una verdadera actitud rapaz de muchas empresas que concentraron equipos de protección personal para ofrecerlos después a precios muy elevados. Y el segundo denunció que Guerrero ocupa el tercer lugar en derechohabiencia del ISSSTE, pero es el estado que menos infraestructura tiene para atenderlos. ¿Por qué? Porque la administración pasada subrogó todos los servicios y dejó de invertir en sus propias instalaciones.

BAJO EL MICROSCOPIO

Mientras que el semáforo en la Ciudad de México está en color naranja con alerta, hospitales como el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS ya entraron a Código Rojo por el incremento de casos de covid-19. Desde el fin de semana pasado, directivos de los hospitales de este complejo hospitalario de alto nivel de especialización ordenaron medidas más restrictivas para cuidar al personal y a los pacientes. Y lo mismo sucede con los hospitales federales de la Secretaría de Salud. Un caso destacado es el del Hospital General de México, que no ha visto bajar el número de pacientes por covid-19 y de otras enfermedades que lo tienen al “tope”. A consecuencia de esta situación, la cantidad de personal de salud que se ha reportado con contagios ha aumentado. Lo mismo que la fatiga por las crecientes cargas de trabajo. Y mientras esto sigue, en la CDMX tenemos un color naranja en el semáforo y un color rojo que cada día se vuelve más intenso en los hospitales federales. ¿Quién cree que tenga una mejor visión de lo que está pasando?

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